Ventana a los sueños

Fin del sueño

Maki abría los ojos pesadamente, sin duda la noche anterior fue toda una experiencia.. Jamás creería que alguien tan pequeña como Nico tuviese tanto aguante sin contar que fue la primera que ella...

-Porfin despiertas Maki- dijo secamente su padre quien al parecer estaba sentado sobre una silla a un lado de la cama.

-¿Papi..? ¿Eres tu?- pregunto Maki mientras daba un gran bostezo.

-Hm.. Al parecer aún no te has recuperado. Bien, como prometimos hoy pasaremos todo el dia haciendote examenes, de alguna u otra manera encontraremos lo que provocó ese desorden de identidad y una vez lo sepamos podremos empezar tu tratamiento de rehabilitación- dijo el Sr. Nishikino mientras se disponía a dejar la habitación.

Al oír el seco e inexpresivo hablar de su padre, Maki empezó a tomar conciencia de su situación. Esta no era la habitación rosa en la que había despertado ayer, tampoco era la cama de dos plazas con olor a fresas y mucho menos eran las mismas paredes llenas de fotos familiares, no.. en su lugar sólo habían paredes blancas llenas de nada. Pero algo mucho mas importante faltaba, algo que hizo que saltará de su cama.

-Nico-chan! Donde está Nico-chan!?- pregunto alarmada.

-Otra vez con eso Maki.. ya averiguaste todo lo que querias ayer, me prometiste que si te permitía investigar o mejor dicho.. acosar a esa pequeña, hoy me acompañaría para hacerte los examenes- respondió el padre con dureza.

Al verlo de cerca, Maki pudo apreciar grandes ojeras en su padre sin contar el rostro demacrado, claros síntomas de cansancio extremo.

Maki volvió a mirar a su alrededor.. Decoración sosa, colores más bien nulos, fuerte olor a cloro y aromantizante del barato. Este era el departamento que vio en las pesadillas que se mezclaron con sus recuerdos.

-¿Donde estoy?-

-Este es tu departamento Maki.. ¿acaso tus recuerdos volvieron a ser alterados?- pregunto el padre con preocupación.

La mente de Maki estaba hecha un lio, "esto no podía ser verdad.. no otra vez.." pensó.

-¿Donde están mis hijas? ¿Dónde está Nico-chan!?- Exclamo Maki.

El padre no respondió, sólo se limitó a frotarse la cabeza con resignación y lástima.. Sin duda el hombre ya estaba cansado y por mas que pareciera que intentaba encontrar las palabras correctas para dirigirse a su hija nada salía..

-Escucha Maki.. se que estas confundida pero si quieres respuestas tendrás que alistarte primero.. Yo te esperaré afuera- dijo el Dr. Mientras salía del departamento.

Maki seguía sin creerlo, otra vez esta pasando.. pero esta vez despertó en el lugar que creía que era una pesadilla..

-No.. esto no puede ser..- susurro Maki para si misma mientras se disponía a salir del departamento sin importarle que estuviese en pijama.

-Maki!?- exclamó el padre al ver como Maki exploraba la zona, buscando y buscando con desesperacion.

-¿Donde están las escaleras? ¿la cocina? ¿el comedor..? Ruby... Dia..- y mientras susurraba el nombre de sus hijas Maki callo resignada al piso.

Ella sólo cerró los ojos con firmeza mientras deseaba con todas sus fuerzas que al abrirlos despertarla de esta pesadilla.. esta pesadilla en la que no estaba Dia ni Ruby y en especial.. no estaba su esposa..

...

Una suave mano se posó en el hombro de Maki, era más delgada y pequeña de lo que podría ser la mano de su padre. Completamente esperanzada Maki abrió los ojos esperando que al abrirlos viera a su querida Nico pero..

-Mamá..- susurro Maki mientras la otra mujer mayor sólo le daba una tierna y a la vez comprensiva sonrisa..

-Todo estara bien hija.. lo prometo- dijo la madre mientras levantaba los brazos ofreciéndole consuelo a su hija.

Maki no sabía como reaccionar.. Pero de algo estaba segura.. esto no era una pesadilla, era su realidad. Una realidad que prefirió hacer de lado apenas tuvo la oportunidad.

Dia, Ruby y Nico no están aquí..

Sólo está Maki, sus padres y un departamento casi vacío.

Ella no quería pensar mas, se negaba a aceptar lo que tenía enfrente.. ¿Consuelo es lo único que tiene al despertar en esta vida?

Pero..

-Mamá.. mi familia.. ¿Donde está mi familia?- pregunto mientras las lágrimas empezaban a caer.

La madre no soporto más y se lanzó sobre su hija quien ocupó su pecho para silenciar su triste llanto, el de una solitaria mujer que despertó sin nada.