38. Clásico.

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— Me gusta esto. — Había dicho Monique, mientras se observaba en el espejo con ese vestido largo del siglo XVIII, había algo que siempre le agradaba del pasado, y no sabía que un exagerado vestido con la moda del siglo XVIII la haría sentirse tan bien.

— Te ves hermosa, como siempre. — Le halagaba su pareja sin poder despegar sus ojos de su figura. — Gracias. — Decía a todas las estilistas y profesionales que la habían ayudado con todo su atuendo.

— A sus órdenes, señor Kozlov. — Todas se retiraron de la habitación dejando solos a la pareja.

Las prendas nunca habían sido algo a lo que le prestará especial atención. Todo y cuando estas fueran decentes para vestir, pero Kozlov sabía que su humana con ese peinado exagerado y maquillaje natural deslumbraría a cualquiera de las inmortales que estuvieran presente en el baile.

No importaba cuan arrolladora fuera la belleza de las seguramente hermosas inmortales que asistirían al baile formal que Corban había organizado, pero estaba seguro que su Monique con aquella sencillez humana característica deslumbraría. Y de pronto Kozlov se sintió cohibido, quizás un poco intranquilo por como mirarían el resto de inmortales a su humana.

La fiesta atraería a los más poderosos del continente, reunidos en una sola noche y en un solo lugar, pocos en verdad ya que no muchos ostentaban aquella sangre de nacimiento, y la mayoría de los acompañantes solían ser inmortales transformados, aquellos que podían exhibir sus buenas compañías, pero poco poder.

Desde que tenía memoria, Kozlov nunca había percibido la presencia de algún mortal no transformado en aquellas reuniones extravagantes, a menos no como acompañante, pero si para ser divertidos por ellos, para ser exhibidos como el acompañamiento en la cena.

Sin embargo no se sentía inquieto en lo más mínimo, ella llevaba su sangre en las venas y él no se despegaría de su humana ni en un sólo segundo si podía.

— ¿Y siempre usan esta clase de atuendos? —

Monique preguntaba porque aunque su exagerado vestido pomposo en tono rosa y blanco con bordados extravagantes dorados, y un corsé muy apretado le gustaba mucho, no era lo que ella usaría normalmente en una fiesta de negocios de su guapo jefe.

— Al parecer Corban está un poco nostálgico y decidió hacer la fiesta con este tipo de temática este año. Pero normalmente estas reuniones sólo sirven para que seamos conscientes de los nuevos miembros, para saber si hay alguien nuevo en la familia o simplemente para presenciar alguna ejecución. —

— ¿E-Ejecución? — A Monique casi se atora con la saliva en la garganta.

— Hay reglas que debes cumplir. —

— ¿Reglas? —

— Embarazos no deseados, ya sabes la sed intensa por sangre que tienen normalmente las madres, asesinar a alguien de sangre pura y también exhibir el secreto, son reglas básicas. —

— ¿Y entonces cómo se reproducen? —

— Corban y el resto prefiere un sustituto de la sangre, pero el feto pocas veces sobrevive. Es permitido concebir, pero todo está planeado hasta el último detalle. —

Monique se sentía un poco inquieta, porque aunque no le importaba si su pareja era un inmortal o no, simplemente comenzaba a tener un poco de curiosidad por ellos.

— ¿Y esas ejecuciones ocurren constantemente? — Preguntó con el ceño fruncido, de pronto asustada por las repercusiones que podrían obtener si hacía algo mal en el dichoso baile.

— No realmente, sólo he apreciado una docena o dos. —

Su humana no pudo evitar hacer una mueca de asco.

Más Dulce que la Muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora