Baje del auto de Jack, mi madre se quedó charlando con él por lo que entre a casa y me dirigí a dejar mis cosas, me observe en el espejo tenía un joggin ancho y una remera corta, además de mi campera que la tenía atada en mi cintura, era la ropa que siempre usaba para viajes, por ser cómoda, pensé en ducharme, pero mi madre me llamo y baje inmediatamente
-Mia iremos con Jack al centro comercial ¿quieres ir?
-no, está bien
-bien, te dejo dinero para que compres algo
-bien
Tenía la casa sola, otra persona haría una fiesta pero en mi lugar tenía pensado poner música y ordenar, llame a Aaron diciéndole que ya había vuelto, quedamos en encontrarnos en la playa, por lo tome mis cosas y en el camino me decidí por ir a la cafetería una vez con mi café en mano, decidí darme una vuelta por la playa, era de tarde por lo que el atardecer adornaba el mar, ya saben, siempre iba al mismo lugar a sentarme, era en la pared donde dividía la calle de la playa, donde se podía obtener una vista alta
-Mia -Aaron me dijo sonriendo
-te extrañe, lo abrace
-me lo imaginaba -bromeo
-cuéntame todo de Argentina
-pero si ya conoces el país, de hecho, vivías allí -bufe
-shh, cuéntamelo como si no lo supiera
Comencé a hablar sobre mi estadía, con lujo de detalles mientras caminábamos por la costa, luego al llegar a casa hice que esperara en la cocina mientras buscaba su regalo, le había traído dulce de leche, un dulce característico del país, que era muy difícil conseguir aquí
-te adoro, enserio
Rei mientras lo abrió para probarlo en eso escuche el timbre, quien podría ser si mi madre tenía llaves y no tocaba el timbre, al abrir la puerta me encontré con Daniel
Mierda
-Mia
Me quede boquiabierta
-hey se suponía que vendrías luego de que me vaya -dijo Aaron mientras comía del bote de dulce
-perdón? -le dije mirándolo con los ojos abiertos
-mierda, bueno me voy yendo -paso entre medios de ambos -luego te devuelvo la cuchara, nos vemos
Seguía sin decir ni una palabra y el tampoco
-tenemos que hablar -cerré la puerta en su cara
No le conteste
-Mia por favor
-no puedes desaparecer y reaparecer de un día al otro -le dije finalmente
-lo siento sí? Ya lo dije mil veces
-no es cierto -subí la voz -no atendiste mis llamadas, no me buscaste ni quiera me mandaste un maldito mensaje, solo me dejaste esa carta
Solo había silencio del otro lado por lo que hable de nuevo - ¿Quién te crees que eres? Becker?
-no, solo yo -hizo una pausa -creí que sería romántico
- pues tu idea de romántico esta algo distorsionada
- lo vimos en orgullo y prejuicio ¿recuerdas?, Darcy -lo interrumpí
-tú no eres Darcy -estaba enojada, pero me arrepentí de haber dicho eso
Él se quedó callado como por un momento, mierda, pensé que se había ido, pero volvió a hablar
-lose, sé que no soy uno de los personajes de las novelas que lees, que no puedo solucionar lo que hice porque no estamos en un libro, o en una película donde de la noche a la mañana el personaje principal se aparece en el patio de su chica con un gran estéreo poniendo música y ella lo perdona -su voz sonaba quebrada -sé que no soy perfecto, solo soy un simple mortal Mia
Me quede sin palabras por lo que siguió hablando
-y si te deje mensajes
-no me mientas -susurre
-no tarde ni un día sin hablarte, pero eras tu quien no me contestaba
¿existía esa posibilidad? Claro que sí, lo había bloqueado ese mismo día sin darle la oportunidad de llamare, pero entonces porque no me había buscado
-no me buscaste
-te mudaste, intenté hacerlo, hasta fui con tu padre, pero él nos sabía dónde estabas, finalmente pensé que al no contestar mis llamadas no querías verme
-pues entonces no me conoces -dije aquello que tenía atragantado en la garganta, él no me conocía porque si lo hiciera sabría que siempre voy a querer verlo, que solo pensaba en él y que jamás sucedería nada con Aaron
Los dos nos quedamos en silencio
-de todos modos, tú te fuiste primero, te mudaste a mis espaldas y no tuviste la decencia de decírmelo en la cara
-puedo explicarlo todo, fue un malentendido
En este instante tenía dos opciones, o abrir la puerta y dejar que me explique o dejar que el orgullo y el enfado gane y decir lo que él me había dicho aquel día
-pues ahora yo no quiero escucharte
No respondió, espere unos segundos hasta que escuche su voz
--solo, yo, yo jamás te dejaría
Esperé unos minutos y al no escuchar de nuevo su voz, abrí la puerta y efectivamente se había ido, aquello fue lo último que me dijo
Le mande un menaje a Aaron "voy a matarte"
A altas horas de la noche no podía dormir y recordé la charla que había tenido con Daniel, lo recuerdo de memoria, y recordé la parte cuando me había dicho que si me había llamado, tome mi celular y desbloquee su número, efectivamente ahí estaban sus llamadas, sus mensajes
"contéstame por favor"
"Mia, me estoy volviendo loco"
"lo siento ¿sí?"
"sí tan solo pudiéramos hablar"
"eres la persona que más quiero en el mundo"
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Unos ojos café's (terminada)
RomansMia Evans es una joven fascinada del teatro, que se encuentra en esa dura etapa de la vida donde debe decidir sobre su futuro, enfrentándose a una de las más difíciles preguntas que un ser humano debe responder "quien soy" y "quien quiero ser" y tie...