- El señor Tenebroso matará a toda tu familia y a Draco si matas a Dumbledore no siendo mortifaga - dijo Bellatrix - Es esencial que un mortifago lo mate
- Pero no quiero ser mortifaga - dije sollozando
- Entonces te tocará ver a tu amado Draco y a tus padres retorcidos del dolor por todos los crucios que les lanzará el Señor Tenebroso antes de matarlos - susurró en mi oído y las lágrimas caían por mi rostro.
Desperté de un salto y sudando, aún era de noche así que aproveché en ir a buscar el armario evanescente que estaba en la Sala de menesteres, salí de la habitación de Draco con cuidado para no despertarlo, fui por un abrigo y salí de la sala común, con suerte llegué a la sala de menesteres sin que nadie me vea, busqué el armario que estaba tapado con una manta, quité la manta y lo examine hasta que alguien interrumpió.
- ¿Quién está ahí? - Draco sacó su varita y apuntaba a mi
- Soy yo Draco - dije mostrando mi rostro
- Sophy, ¿qué haces acá? - guardo su varita y se acercó a mi
- Vine a ver el armario, no está tan dañado - dije mientras daba vueltas al rededor del armario
- Alguien pudo verte - dijo arrugando la nariz
- También a ti, ahora cállate y empecemos a arreglarlo - tome su mano y la coloqué en el armario.
Nos pasamos el resto de la noche tratando de arreglar el estupido armario pero no tuvimos mucho éxito, fuimos a mi habitación antes de que amanezca y sin que nadie nos vea.
- Sophy se que quieres ayudarme pero es mejor que te mantengas lo más lejos posible - cerró la puerta y me tomó de las manos
- No Draco, esta misión es tan mía como tuya, es de ambos así que no me alejare - rodee mis brazos en su cuello y le di un beso en la mejilla - No puedo alejarme de ti - susurre y el besó mi frente, ambos nos recostamos para dormir, estábamos cansados.
Un par de horas después despertamos por los insoportables gritos de Zabini diciendo que tiene hambre.
- Voy a matar a ese maldito carbón - Draco se puso la almohada en la cara para evitar oír los gritos de Zabini
- No irás a Azkaban por él - me levanté de la cama y fui a ducharme para cambiarme rápidamente, Draco seguía en la cama así que le eché agua para que despierte
- Sophya!!! - exclamó levantándose de la cama, luego de hacer su berrinche fue a ducharse y cambiarse cuando ya por fin estábamos listos salimos a la sala común
- Alabado sea Salazar - Blaise nos esperaba sentado
- Ya camina negro - volteé los ojos y fuimos todos al Gran Comedor, llegamos al Comedor y Harry nos miraba, cualquiera que no conociera la relación entre Harry y Draco pensaría que le gusta porque lo mira todo el rato
- ¿Qué tal estuvo su escapada anoche? - preguntó levantando las cejas de manera pícara
- ¿Qué? - me hice a la confundida pero aún así no sabía si él me vio o no
- No se hagan, anoche saliste en la madrugada y Draco igual - volteó los ojos y por poco todo el comedor lo escucha
- Fui a la enfermería baboso - mentí tratando de que él lo creyera
- ¿Y tu Draco? - miró a Draco pero antes de que Draco responda yo hablé
- Draco fue después porque yo salí sin avisarle - tomé la mano de Draco y asintió
Terminamos el desayuno y fuimos a clases, para mi mala suerte mi primera clase era con Umbridge, la lógica del sapo era que no estábamos preparados para usar magia y aprendiéramos todo lo de teoría.
- ¿Y cómo nos defenderemos? - pregunté alzando la mano
- De que se quieren defender querida - respondió con su tono dulce fingido
- Del Señor Tenebroso tal vez - respondí
- El Señor Tenebroso no ha vuelto - dijo con una estúpida sonrisa
- Él atacó a Hogwarts - exclame
- Esas son sólo especulaciones - el sapo empezó a caminar de un lado a otro
- Él mató a Víctor Krum Krum dije volteando los ojos
- La muerte de Víctor Krum fue un terrible accidente - respondió con una sonrisa
- ¡Yo lo vi! - exclamó Harry golpeando la mesa
- ¡Suficiente! Ambos están castigados, los veo en mi oficina después de clases - el sapo estaba más roja que un tomate. Terminamos las clases y fui a la oficina de Umbridge, Harry estaba en la puerta apunto de entrar.
- ¿Lista? - preguntó con una leve sonrisa
- No la verdad no - dije riendo
Tocamos y una voz chillona nos permitió el paso, Umbridge tenía una oficina rosa con miles de cuadros de gatos.
- Tomen asiento - dijo tomando una taza de té - ¿Sabían que es malo mentir? - se levantó de su asiento y se puso detrás de el nuestro
- Con todo respeto profesora, nosotros no mentimos - respondió Harry
- Silencio - exclamó y le dio una cachetada - Su castigo será escribir en esta hoja "No debo decir mentiras"
- ¿Cuántas veces? - pregunté
- Las que sean necesarias para que entiendan - dijo con una sonrisa. Harry y yo empezamos a escribir y nuestra mano empezó a doler, Umbridge nos había tatuado prácticamente y eso dolía demasiado, a mi me empezó a salir un poco de sangre pero Harry no, Umbridge nos pidió que nos retiremos y nosotros salimos rápido.
Me dirigía a mi habitación cuando me encontré con Cedric en los pasillos.
- ¿Qué te pasó?- exclamó tomando mi mano ensangrentada
- El sapo rosa de Umbridge - mis ojos estaban cristalinos
- Vamos a enfermería - me tomo del brazo pero yo me solté de su agarre
- No gracias, voy a mi habitación, yo puedo curarla - mentí pero no quería que nadie me viera así. Me despedí de Cedric y corrí a mi habitación, al llegar Draco estaba sentado en mi cama.
- ¿Qué haces acá? Pensé que estarías en la sala de menesteres
- Si fui pero regresé antes - dijo mirando a la ventana - ¿Qué te pasó? - dirigió su mirada a mi y tomó mi mano
- Nada, solo Umbridge, permiso voy a lavar mi mano - fui al baño, lavé mi mano y le puse unas vendas.
- ¿Ya estas mejor? Ese maldito sapo me las va a pagar - dijo abrazándome
- No te preocupes - besé su mejilla y lo jale a la cama - ¿Ya pudiste arreglar el armario? - pregunté poniendo mi cabeza en su pecho
- Si, bueno no, estoy probándolo - respondió jugando con mi cabello
- Por cierto, no me has dicho para que el Señor Tenebroso quiere que arregles ese armario - levanté la cabeza para verlo a los ojos
- Es... para... para que los mortifagos entren a Hogwarts - evito mi mirada
- ¿Q... qué? - dije tratando de actuar calmada
- El señor Tenebroso quiere meter a los mortifagos al castillo - respondió. "Ahora si tengo muchos problemas" pensé, Draco se quedó dormido y fui a la sala de menesteres.
