Sentimientos encontrados

Introducción

Lágrimas de un angel

Era una tarde lluviosa, el cielo estaba gris, la temperatura estaba cada vez más baja, hacia mucho frío.

Estaba yo en la cama tapada, tiritando de frío, tenía temor, pues...

Me habían violado... Si, confíe en alguien y me traiciono, suele suceder, se lo comenté a mí madre pero, se burlo diciendo que yo me lo busque, pasaron los días, y mí padre se comunico conmigo y decidió llevarme con él.

Pasaron los días, y decidí dar la ultima vuelta por el parque, estuve todo el día ahí, hasta caer la noche.

Para que sepan como soy les daré una breve descripción de mi:

Soy alta, mido 1.79, tengo el pelo negro, bueno el rubio natural de mí madre compite con el negro natural de mí padre, tengo ojos color azul, bueno a veces cambian pero generalmente siempre son azules, mí piel es blanca, y mí figura es normal, no me quejo, bueno para dejarles de aburrir lo con mí tonta anatomía, cuando llegue a casa, ahí estaba él...

Mí peor pesadilla...

-Entra hija, te estaba esperando .- Dijo con una sonrisa sádica de esas que te ponen los pelos de punta.

-Eh...Eh estaba por salir, solo vine a buscar dinero para comprar algo. - dije muy nerviosa y casi temblando.

-Oh, sabes, te extrañare todos estos días, así que, ¿porqué no nos divertimos un rato? - Dijo levantándose de la silla.

—Pero, tengo que salir, las chicas me estarán esperando. —

— Ellas pueden esperar - Dijo tomando me del brazo. -

— Por favor no...- Dije con lágrimas en los ojos.

— Bueno, estás muy sentimental hoy, me vale un carajo. - Dijo y me arrastro a su habitación.

Estaba desnudando me, me sentía horrible no podía hacer nada, tenia miedo de que me pegara, así que me quedé quieta.

Entonces grité, por el dolor, y alguien abrió la puerta y le pego, me envolvió en una sabana y me llevo a su coche, lo dejó inconsciente, tomo mis maletas y mis cosas las puso en el auto, y se sentó en el asiento del piloto, acaricio mí cabello y con esa suave voz que tanto conozco me preguntó...

-¿Estás bien cariño?-

Al decir eso lloré en su hombro, mientras solo acariciaba mí cabello y me decía que todo estará bien, me sentí segura en sus brazos, cómo no estarlo, era una de las personas que más amaba y estaba aquí conmigo, salvándome de aquel dolor, sacando me de ese infierno...

-Gracias, gracias, gracias. - Decía yo mientras lloraba descontrolada mente. -

Se que no es usual, comenzar así una historia, pero bueh, gracias por leer y hasta luego.