Capítulo I

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El Hogwarts express recorría los verdes campos de escocia en su camino a la escuela Hogwarts de magia y hechicería, y Dante Blake los miraba pensativos mientras la canción Devil Trigger de Casey Edwards resonaba en sus auriculares, a la par que repasaba en su mente todos los eventos que lo habían llevado a su situación actual.

Antes de ser aceptado en Hogwarts, Dante era estudiante del colegio Castelobruxo de magia y hechicería ubicado en Latinoamérica, después de haber demostrado un excepcional entrenamiento y conocimiento mágico, superior al nivel del colegio, el director estuvo más que contento de lanzar una recomendación al resto de la comunidad mágica mundial, para que su estudiante pudiera ir a alguna de las escuelas mágicas en el resto del mundo y así continuar su formación educativa en una escuela más apropiada para su nivel.

Como no podía ser de otra Hogwarts fue quien lanzo la mejor oferta, así que, después de realizar una prueba niveladora, que aprobó sin mucho esfuerzo, Dante ya estaba tomando el primer traslador de camino a Inglaterra junto con sus padres.

Después de una larga semana en la que se dedicaron a conseguir sus materiales de estudio, uniforme y demás cosas que necesitaba. Dante se despidió de sus padres cuando se subió al tren en la plataforma 9 ¾, y así llegamos a la situación en la que estaba de camino a la escuela más afamada en el mundo mágico.

Por un solo segundo Dante se enfocó en su reflejo en la ventana, el típico chico de 15 años con el cabello negro opaco de una longitud media, piel blanca y ojos oscuros, más prototípico imposible. Acto seguido, saco su mano izquierda del bolsillo de su chaqueta y miro en la palma un anillo plateado que contenía el grabado de un dragón y una única gema roja ovalada. Al ver el anillo no pudo evitar pensar en la meta que se había propuesto así mismo, ese anillo era una parte fundamental de esta, sin embargo, aún tenía mucho que hacer, ir a Hogwarts podía ayudarlo con eso.

Tock, Tock, Tock.

Amortiguado por la música, Dante escucho como alguien golpeaba vidrio, así que guardo el anillo en su bolsillo y volteo a ver la puerta de su cubículo, un chico de unos 17 años vestido con el uniforme de Hogwarts decorado con una insignia de prefecto lo observaba con rareza, así que Dante se quitó sus auriculares y pregunto:

- ¿Si?

-Llegaremos a Hogwarts en unos minutos, tienes que ponerte tu túnica –dijo el prefecto –cuando el tren se detenga un profesor te estará esperando para guiarte.

-Entiendo, gracias.

-Por cierto, esas cosas no funcionaran dentro de poco –dijo señalando los auriculares de Dante.

Dante rio calmadamente, miro al prefecto y con una sonrisa dijo:

-Ya lo veremos.

El prefecto miro confundido a Dante y luego se fue, una vez desapareció de su campo de visión, el chico empezó a colocarse la túnica de Hogwarts, cuando estuvo listo dejo sus auriculares colgando en su cuello y coloco el mp4 al cual estaban conectados en un bolsillo en la parte interior de la túnica que ordeno coser específicamente para ese dispositivo luego en el mismo bolsillo guardo el anillo.

Cuando el tren se detuvo, Dante tomo su mochila de mano se la llevó al hombro y se asomó fuera de su cubículo vio como grupos de estudiantes empezaban a salir del tren.

Fue de los últimos en bajar, pudo ver como los estudiantes empezaban a juntarse en sus respectivos grupos y comenzaba a caminar a un grupo de carrozas, a su vez los de primer año eran guiados en la dirección apuesta por un hombre gigante de barba canosa que los llamaba con su profunda y potente voz...

El mago anilleroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora