capítulo III

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Cuando Dante vio que empezaba a amanecer devolvió la copia astral del libro que estaba leyendo a la posición del original y levito hasta su cuerpo, concentrándose volvió a unir su conciencia junto con su cuerpo, acción que lo despertó inmediatamente, sintiéndose totalmente descansado, el chico se estiro, salió de su cama y empezó a colocarse su uniforme, mientras sus compañeros aun dormían, para cuando estos despertaron se sorprendieron de que él fuera el primero en estar listo, al parecer Philip, como todo alumno ejemplar, era el primero de ellos en estar preparado.

-Bueno, soy un seguidor de la ideología de que el pájaro madrugador atrapa el gusano –dijo Dante –venga los espero para ir a desayunar.

Después de tomar su desayuno que consistió en tostadas y café, fue guiado por sus compañeros de cuarto hasta su primera clase en Hogwarts, encantamientos.

- ¿Y cómo es el profesor? –pregunto Dante de camino a la clase.

-En general es calmado –dijo Xander –aunque cuando se lo propone puede llegar a ser algo estricto.

-Sí, no es el mejor de todos, pero tampoco es el peor –dijo Howard –no es como la profesora Bones de transformaciones.

-Tomo nota.

La clase de encantamientos no fue nada del otro mundo para Dante, comenzó con la típica bienvenida a los estudiantes, la esperanza del profesor de que hubieran repasado lo del año pasado y el sermón de como este año tendrían los exámenes TIMOS, a excepción de esto último, todo era muy similar a una clase en castelobruxo.

La mañana continuó sin ninguna novedad al igual que la tarde, después de las clases, Dante decidió que recorrería los terrenos del castillo por sí solo, le agradaron los campos, examino el lago, sería útil más adelante, ignoro por completo el campo de quidditch y se acercó al bosque prohibido, mientras miraba por la parte exterior pudo ver como algo se movía entre los árboles, en parte por curiosidad y en parte para analizar el terreno, empezó a adentrarse en la línea de árboles.

-Alto –alguien le hablo desde el bosque.

Deteniéndose en seco antes de entrar al bosque, Dante miro a quien lo había detenido, un poco en el interior del bosque y a la izquierda del chico, un hombre gigante lo miraba con severidad, mientras sujetaba de un lazo a un ejemplar dorado de unicornio.

-Perdona, vi al unicornio y la curiosidad me pudo –dijo Dante mirando al unicornio.

-Te comprendo, pero no puedes adentrarte en el bosque, en especial si vas solo –dijo el gigante.

-Discúlpeme –dijo Dante.

-Eres el alumno de intercambio ¿cierto? –pregunto el gigante mirándolo detenidamente.

-Dante Blake, un placer ¿usted es?

-Rubeus hagrid, guardián de los terrenos del castillo y profesor de cuidado de criaturas mágicas.

-Es un bonito ejemplar –Dante señalo al unicornio –como lo atrapo, son muy escurridizos.

-Es fácil cuando los conoces bien.

- ¿Puedo...?

- ¿Por qué no?, adelante –dijo Hagrid después de pensarlo un momento.

Dante se acercó lentamente, hasta llegar al lado del gigante y el unicornio, con el máximo respeto posible, el chico acaricio suavemente el dorado pelaje del animal.

-Veo que estas familiarizado con ellos –dijo hagrid.

-En castelobruxo, hacen énfasis en la zoología y la botánica e lidiado con muchas criaturas mágicas.

El mago anilleroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora