La mañana siguiente Dante se despertó con buenos ánimos, solo tendría que esperar a la noche a la clase de astronomía y tendría la fecha para empezar su plan, así que la clase de aritmancia y pociones de la mañana pasaron como si realmente no las hubiera tenido, el almuerzo paso sin muchas novedades, salvo por una, mientras estaba terminando su plato, se encontraba charlando con sus compañeros de cuarto cuando Claude dijo:
-Por cierto, las pruebas para el equipo de quidditch serán en una semana, ¿piensan ir?
-Por supuesto –dijo Howard –tengo que defender mi puesto de cazador.
-Y yo quiero probar suerte como guardián –dijo Leo.
- ¿Qué hay de ti Dante? –pregunto Xander.
-Odio el quidditch –respondió Dante sin darle mucha importancia.
- ¿En serio? –pregunto Howard confundido.
-No me gustan mucho los deportes y aborrezco el quidditch sobre todo los demás, mi padre me comió la cabeza durante años para que lo practicara y termine odiándolo.
-Pero... el quidditch es el deporte de los magos –dijo Leo.
-Y el futbol, el deporte nacional, no mágico, de mi país y también lo odio, nuestras raíces no deberían determinar nuestros gustos.
-Oye, ¿al menos sabes montar una escoba? –pregunto Philip.
-Por supuesto, pero se me hacen muy... no sé, simples y sin gracia, no han evolucionado mucho desde hace casi cien años... –de pronto una idea cruzo por la cabeza de Dante, así que alejo su plato y tomo del bolsillo de su túnica un cuaderno de notas con un bolígrafo y empezó a garabatear algunas palabras que le ayudaran a recordar más tarde –interesante... ¿se podrá hacer?... Necesitaría mucha energía y una armazón resistente, además no podemos dejar de lado la resistencia del aire y...
- ¿Qué haces? –pregunto Claude.
-Ah... una idea tonta, no tiene importancia –Dante hizo un rápido boceto de una escoba y guardo el cuaderno en su lugar.
-Mmm... de acuerdo –dijo Claude no muy convencido –el equipo tiene que tratar de ganar este año, necesitamos esos puntos sí o sí.
-Tienes razón –dijo Philip mirando a los relojes de arena que indicaban la puntuación de las casas, actualmente Slytherin estaba en tercera posición –sacamos algunos puntos de Aritmancia, gracias por eso Dante.
-De nada.
-Pero ayer perdimos algunos por un grupo de tercero.
-Toda la casa tiene que colaborar si queremos ganar la copa –dijo Xander –uno solo no puede sacar tantos puntos.
-Ha no ser que haga un acto heroico –dijo Leo.
-Un ¿Qué? –pregunto Dante.
-Veras, si en el año escolar un estudiante realiza un acto valeroso y que merece ser reconocido por toda la institución a la casa del estudiante se le otorga un mínimo de 100 puntos –dijo Claude.
-Qué tontería, cualquiera podría llegar al final del año y voltear completamente las puntuaciones, donde está la legitimidad si una sola persona puede hacer eso, por únicamente hacer una cosa importante en el año, ¿Quién instauro eso?
-No esta instaurado... oficialmente, pero viene siendo una especie de "comodín" desde que el actual jefe de la oficina de aurores hizo una remontada de una manera muy similar cuando él estudiaba aquí –dijo Philip.
-Lo peor de todo –dijo Xander –es que la casa de Gryffindor viene capitalizando esa táctica desde hace años, Ravenclaw y Hufflepuff no se salvan, pero sobre todo son los de Gryffindor quien lo hace.
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El mago anillero
FantasiDante Blake es transferido de la escuela Castelobruxo a la escuela Hogwarts de magia y hechiceria en el inicio de su quinto año, allí conocerá a nuevos amigos y profesores reconocidos en todo el reino unido, al mismo tiempo que lleva a cabo su propi...