Al final y como era de esperar, Tefi se salió con la suya; ¿alguien lo había puesto en duda en algún momento? Al menos la idea de incluir en el atuendo la americana negra era lo único a lo que podía agarrarme para no salir por patas de la habitación y esconderme bajo el sofá negándome a ir a ninguna clase de fiesta. Con ella encima cubriendo la tela ajustada de la blusa que resaltaba las dobleces de mi barriga me encontraba ligeramente más segura de mí misma. Un poco solo.
Para ser sincera, la imagen del espejo no me convencía para nada y tenía la impresión de que ir vestida así era lo más parecido a llevar un enorme cartel sobre mi cabeza con una flecha apuntándome en neón rojo para que la gente me mirase. Si Tefi se lo pusiese estaba segura de que le quedaría genial y sabría llevarlo pero ¿yo? Si aún me estaba terminando de acostumbrar a llevar vaqueros y no esos pantalones de deporte anchos y realmente cómodos que parece que andes flotando cuando los llevas; que una cosa no quita la otra y cómodos son un rato.
─Al final tu reflejo te va a gritar para pedirte que pares de mirarla así ─Tefi entró riendo con las tenacillas del pelo y un neceser de maquillaje─. ¿A que está guapa esta que tengo aquí? ─dijo nada más ponerse a mi lado cogiéndome de los hombros y mirando atentamente el reflejo de mis ojos en el espejo como si estuviese hablando con ella.
─Es que me siento muy ajustada, se me nota todo. Mira mi barriga, mis muslos, mis brazos... ─mis ojos repasaban mi cuerpo analizando cada parte.
─Claro que se te nota el trasero, los muslos y la barriga Alex. Es más, me atrevería a decir que cualquiera que se ponga tela ajustada notará que su figura es más evidente ─y el tono divertido con el que lo dijo me hizo esbozar una ligera sonrisa─. Cualquier cuerpo es válido para llevar lo que sea; no hay prendas de delgadas ni de gordas, tampoco de altas o bajas ni de hombre o mujer. La ropa es ropa, prendas con las que nos cubrimos el cuerpo y nada más. No existen normas ni leyes en ello, o es que no ves a las famosas que algunas parecen un cuadro de Picasso ─la risa de ambas sonó en la habitación─. El que escoge lo que se pone es la persona que lo lleva puesto. Ponte una falda, pantalones ajustados, vestidos, tops... ¡si es que te queda genial y tus complejos no te dejan verlo, cabezota!
─Pero la gente me mira y estoy segura de que están pensando que a dónde voy con ello. Siento cómo lo hacen. Siento sus miradas descaradas en la calle. ─El silencio entre nosotras duró unos segundos y justo después Tefi suspiró para tomar de nuevo la palabra.
─Alex, dime una cosa ¿tú te encuentras bien contigo misma? ¿Quieres adelgazar y cambiar tu físico? Yo voy a estar ahí si eso es lo que quieres y te ayudaré con la dieta, con el ejercicio... Incluso cuando pienses que no puedes más y te zampes medio kilo de helado. El mío de vainilla, por cierto ─ambas nos reímos mirándonos a través del espejo─. No te voy a dejar sola ¡faltaría más! Nunca lo hice y nunca lo haré, pero me gustaría saber que si decides dar ese paso el motivo seas tú misma y no lo que digan o piensen los demás, porque ellos no importan Alejandra, la única que importa eres tú.
─Sé que no me dejarías, tonta. Pero es que... no sé. Yo estoy bien pero luego te veo a ti, veo a los demás y me siento enorme, que no encajo, que estoy sola y que voy a estar sola toda mi vida.
─Ay mi madre ¿quién te hizo pensar así que me lo cargo? Que tu vida sentimental haya sido escasa no es porque tengas talla grande, pequeñaja, es porque siempre has estado en el pueblo y no has visto más allá, no has conocido gente nueva, no has salido por ahí de fiesta... ¿Piensas de verdad que las chicas o chicos de talla grande no encuentran pareja ni son felices junto a alguien que les quiera? ─Me miró incrédula frunciendo ligeramente el entrecejo.
─Sí ─contesté con rotundidad. Durante mi niñez y adolescencia siempre escuché eso de otras bocas que no eran las de mi familia o amigos; que nadie me querría así, que si quería estar con alguien tenía que adelgazar porque de ese modo estaría más guapa. Después de años y años con la misma cantinela, era imposible no creerlo como cierto.
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Soy Diferente© [COMPLETA]
ChickLitA raíz del trágico fallecimiento de sus padres en un accidente de coche, Alex tiene que lidiar con la pérdida emocional mudándose a la gran ciudad y dejando atrás el pequeño pueblo donde ha vivido toda su vida. Junto a su amiga de la infancia Estefa...