Nuestra

Noche de tres 🔥

La guerra mágica había acabado, voldemort murió a manos de Harry Potter el niño de la leyenda. Un año desde que todo pasó, hermione había vuelto a la escuela para hacer el septimo año, Ron y Harry decidieron que no querían volver, por su parte Sakura tampoco regresó. La guerra le había quitado varios conocidos entre ellos a Percy que había cambiado puesto con Fred a ultimo momento.

La relación con sus gemelos a todos les parecía raro, pero nadie cuestionó nada, siempre que el amor reinara no habría problema, a los señores Weasley les costó asumir la noticia de que los tres estaban saliendo, pero rápidamente lo aceptaron, sabia que los dos la amaban y ella amaba a ambos.

Su relación oficial empezó después de la guerra, cada noche se turnaba para dormir con cada uno, pero esta noche era especial, celebraban un año de estar saliendo los tres.

Estaban en su propia casa celebrando con cerveza de mantequilla, mucha cerveza de mantequilla, los tres se veían ruborizados de tanto alcohol en la sangre. La pelirosa llevaba puesto una blusa de tirantes blancas y un short negro, los gemelos estaban sin camisa y un pantalón negro, el calor de la noche de verano no perdonaba a nadie.

Estaban como costumbre sentados en el suelo, sakura en el medio de ambos riéndose de lo que decían, una suave música sonaba de fondo.

La pelirosa se estaba riendo cuando sintio a Fred empezar a besarle el cuello, cerró los ojos dejándose llevar por la sensación, al instante los abrió a sentir a George hacer lo mismo mientras le acariciaba el vientre, soltó un suspiro, sentia ambas respiraciones agitadas en su cuello, se dejó llevar por el mar de sensaciones que ambos le estaban provocando con las leves caricias en su vientre bajo. George subió una de sus manos hasta su mandíbula haciendo que gire suavemente su cabeza y besarla. La pelirosa se sentía levitar, sintió la mano de Fred bajar aun más mientras daba suaves mordiscos sobre su cuello

- Eres perfecta - dijo Fred mientras metía dos dedos en ella - Tan mojada...

- Hermosa - dijo George mientras empezaba a bajar dejándole besos en su cuello hasta llegar a la tela de su pecho.

- Ustedes... son... lo mejor - logro decir entre gemidos.

Lentamente george empezó a subirle la blusa hasta lograr sacarla dejando al descubierto sus pequeños y redondos pechos con sus pezones erectos y duros que rápidamente comiendo a morder y lamer. Desde su lugar Fred empezó a mover su mano más rápido entrando y saliendo de ella, los gemidos de los tres inundaba toda la sala de estar, movieron los sillones con magia y se recostaron sobre el suelo sin parar un momento de hacer sentir placer a su pelirosa.