El chico pecoso entro en pánico, ni si quiera tuvo tiempo para decirles que no, ya que el timbre había sonado, evidentemente eso significaba que tenían que volver a sus aulas
-Bien chicos entonces mañana en casa de Felix
-Es..espera
No lo escucharon, ya que, ya no se encontraban en la mesa, si no, en dirección a sus aulas
Felix estaba con un lio mental, no sabía qué hacer, digo, podía cancelar, pero tenían razón si no lo hacían los tres, su calificación podía bajar y reprobar, no quería eso
Todavía había una posibilidad que se reunieran en una plaza o algo así ¿verdad?
El resto del día paso normal, clases, trabajos, compañeros, profesores, etc.
El chico peli-rosa volvió a casa en un ambiente de tranquilidad, escuchando a través de sus audífonos Ashes de Céline Dion, amaba esa canción, ese era el momento del día que más le gustaba, caminar, mirar y escuchar buena música.
Cuando llego a su casa agradeció que su padre no estuviera, y comió plácidamente
Después hizo lo que tenía que hacer, como sus deberes de la escuela y limpiar un poco, ya pasaba de las seis de la tarde cuando termino.
Ahora tenía que hacer comida para su padre, normalmente esta actividad la hacía lo más rápido posible, ya que odiaba toparse con él.
Así que se movió , termino media hora después, haciendo algunos platillos típicos de Corea.
Y es que Felix a sus 17 años sabia cocinar muy bien, porque su padre lo había obligado a instruirse en ese aspecto cuando él era aún muy pequeño.
También lo obligaba a encargarse de la limpieza de la casa, como lavado de ropa y trastes, sacudir, barrer, trapear etc.
Estaba terminando de poner todo en la mesa cuando su padre entro, ese definitivamente no era su día
-Hola lindo, ¿cómo fue tu día?
-B..bien, gracias por preguntar ¿Y el tuyo padre? –Felix se mantenía con la cabeza baja-
-Supongo que bien, pero, este es el momento del día que más espero, amo verte, me recuerdas mucho a tu madre, con la diferencia que ella era una gran mujer y tú, bueno, mejor omitimos esa parte
-Prepare tu cena
-Bien
El pecoso estaba listo para huir, así que se giró hacia las escaleras, para así, poder ir a su habitación, Pero antes de subir el primer peldaño una molesta voz le llamo,
-Felix lindo, que te parece si vienes aquí
-S..si padre, y.ya voy
No por favor, Felix rogaba que no le hiciera nada
-Ven, siéntate en mis piernas
-P..pero estas cenando
-Vamos quiero darte de comer
-N..no tengo hambre, y.ya comí gracias
-DIJE, QUE TE SIENTES, no quieres que papi se enoje contigo ¿verdad?
-N..no padre
El peli-rosa se sentó en las piernas de su padre, sentía temor por lo que este individuo le podía hacer
-Felix, déjame divertirme contigo
-P..papa mañana tengo clases
Él sabía que era una excusa estúpida, pues en el pasado eso no lo había detenido
-Está bien, esperare, pero abre la boca
Felix lo obedeció y este metió un poco de comida a su boca
-P.padre, si no es mucha molestia, necesito retirarme a mi habitación
-De acuerdo, por hoy te dejare libre pequeño
-Muchas gracias padre
Este se levantó, y entonces recordó, el trabajo en grupo, tenía que pedir permiso, el pecoso se tragó sus nervios y decidió hablar
-P..padre necesito pedirte un favor
-JA no quieres que te folle, pero si quieres pedirme un favor –hizo una pausa- ¿Qué quieres?
-Necesito hacer un trabajo en grupo con unos compañeros, y ellos sugirieron hacerlo en mi casa, ni si quiera tuve tiempo para decirles que no, lo siento mucho –acompaño estas palabras con una reverencia-
-QUIRES TRAER CHICOS A MI CASA ¿ACASO ESTAS LOCO?
Este se paró bruscamente quedando de frente al menor
-Y..yo lo s..siento m..mucho
Felix sintió que en cualquier momento las lágrimas que mantenía reprimidas iban a caer.
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Eres tu «Hyunlix»
FanfictionLee Felix tenia una vida muy complicada, vivía con los constantes abusos de su padre. Para su suerte conocerla a un joven castaño llamado Hyunjin, el le brindaría amor, apoyo y sobre todo protección Advertencia: esta historia contiene temas delica...