¡Maldito Norteño!┊Tsukasa X Amane

«°•3er•°»

—Ya-Yashiro... No puedo creer que me hagas esto... N-no después de todo lo que pasamos juntos... ¡Éramos amigos!— Habló decepcionado aquel espíritu.

—Hanako-kun... Lo siento tanto...— Dijo cortantemente la pequeña de tobillos anchos.

—¡Hazlo, senpai! ¡Esto es por nuestro bien!— Gritó un rubio, con el ceño fruncido.

—Yashiro... Por favor... No...— Suplicaba Hanako, aunque sus súplicas fueron totalmente ignoradas por la peliplateada.

La jóven chica colocó en el suelo una carta, cuya carta fué un "+4".

—¡Uno! ¡He ganado!— Dijo muy feliz y orgullosa Nene.

—¡Nooooo! ¿Cómo pude haber perdido?— Decía Hanako mientras se hacía el dramático, dando vueltas por el aire.

—Vamos Hanako, no es para tanto, es un simple juego... ¡Pero es hora de tu castigo por perder!— Kou y Yashiro se miraron de manera maliciosa. Pero querian ser buenos con su querido amigo, ya que aparentemente se había tomado algo personal la derrota -o eso les hacía creer Hanako, que estaba tocándose el pecho fingiendo estar ofendido-. Por lo que decidieron ponerle como castigo algo simple.

—Hanako-kun, tendrás que saltar diez veces seguidas y luego hacer cuatro flexiones.— Habló Yashiro seriamente. Amane sinceramente pensó que le dirían algo más sutil como «cuentanos algo de tu pasado» o hasta algo como «¿Cómo anda tu relación con Tsukasa?».

—¿Solo eso? Jajajaja, que fácil...— Hanako pensó que sería peor perder, pero la verdad era un castigo bastante sencillo.

—Si es tan fácil hazlo.—  Kou miró retador a Hanako.

—Si Hanako-kun, hazlo. Estuviste flotando todo el día ¿No te cansa?— El comentario de Yashiro le hizo acordar a Amane el porque se encontraba flotando todo el día. Ese "porque" era porque la noche anterior tuvo relaciones con su amado hermano y bien, su hermano no era tan bruto como creía, pero definitivamente tampoco era una persona gentil.

—¡No lo haré!— Dijo infantilmente.

—¡Lo debes hacer! ¡Es un castigo!— Dijo ya irritado Kou.

—Tonto, si te enojas te vas a quedar arrugado y feo como un anciano.— Una voz conocida llamo la atención, el proveniente de esa voz era Mitsuba, el cual fue a abrazar a Kou por la espalda. El rostro del joven Minamoto cambió de uno enojado a uno alegre y un pequeño sonrojo.

—¡Mi-Mitsuba!— rió y se dió la vuelta para abrazar al de pelo rosado.

—¡Uuhh~! Hay mucho amor en el aire.— Comentó Hanako.

—¡Cállate y Cumple tu castigo!—Dijo Kou, avergonzado.

—¿Oh...Que castigo tiene Hanako-san?— Preguntó con curiosidad Mitsuba.

—Simplemente debe saltar y hacer flexiones ¡Es muy senci- — La oración que Yashiro iba a decir fue interrumpida por una gran carcajada de Mitsuba. Minutos después, respiro profundo para recuperarse y se dispuso a hablar.