Para Ace era usual recordar sus días pasados con Deuce. La situación era difícil, sí, sobretodo después de que el de cabellos oscuros volvió a su cuerpo. Lo ignoraba, aunque era más ¿evitarlo? debido a que incluso mantenía el saludo usual.
Extrañaba los días en que peleaban por la última rebanada de pastel, o por los dulces de Trey mientas Ace se sentaba en el regazo del de ojos turquesa, compartiendo el espacio en el amplio sofá rodeado de sus compañeros.
Recuerda la noche de lluvia de estrellas. Trey había dicho que podían hacer una pijamada a la que asistiría un integrante de Octavinelle, y que por favor se portaran bien, dado que el humor del líder de dormitorio dependía de esa visita.
Nadie tuvo problemas en deducir quién era ese invitado.
-Deuce. —Llamó el pelirrojo a su compañero—, ¿de verdad quieres quedarte aquí y ser regañado por el líder de dormitorio? ¡quiero decir! nos van a regañar de todas formas el día de hoy, ¿no quieres ver la lluvia de estrellas en otro lado? —Invitó frente a sus compañeros, que no le prestaron demasiada atención.
-Se van a meter en problemas. —Dijo King, que tenía un corazón en la mejilla.
El compañero de cuarto de Deuce, ¿eh?
-Bueno, no es que nunca lo hagamos. —Señaló Ace alzando sus hombros para restarle el valor a la situación—, iré al cuarto de Yuu. De todas maneras, el líder de dormitorio estará muy ocupado con su futuro ligue. —Bramó.
-Parece que no se diferencia mucho de cómo quieres estar, Trappola. —Murmuró el otro chico con la marca roja.
Si Ace hubiera sabido qué significaban esas palabras en su momento, habría podido evitar muchas cosas. Sin embargo sólo alzó una ceja en cuestión y miró a Deuce.
-¿Vienes? —El de cabellos oscuros pareció acompañarlo hasta la puerta que llevaba a la salida, dubitativo.
-¿Seguro que quieres ir, Ace? la lluvia está por comenzar. —Excusó, y el pelirrojo chasqueó la lengua.
-Si no quieres ir, no busques excusas. Puedo ir solo. Me quedaré con Yuu~.
El más alto frunció el ceño y ¡oh! esa forma en que sus expresiones se reflejaban en su cara. Deuce debía ser más cuidadoso, ser tan honesto era peligroso.
-No es eso, es sólo... ¿no quiero estar solo allí? —Comentó de repente—, si vamos al dormitorio, estaré solo ¡y no es problema! si nos quedamos aquí, será lo mismo.
El de ojos cerezas suspiró.
-Si tienes tantas dudas y el resultado será el mismo ¿por qué no haces lo que quieres?
El de ojos turquesa pareció pensarlo seriamente.
-¿Lo que quiera, dices? —Murmuró, y repentinamente pareció tener una idea—, sígueme. Sé dónde podemos ver la lluvia de estrellas, ¡pero vamos rápido! pronto debería empezar.
No tomó su mano. Ace recuerda que esa vez no comenzó ese tacto, y por supuesto, él estaba lejos de enterarse de lo que sentía por su compañero.
-Si dudas tanto, no deberíamos ser amigos. —Lanzó Ace mientras Deuce miraba la puerta que daba acceso al techo.
-No... —Murmuró Deuce por lo bajo—, estoy viendo la mejor forma de romper el candado. No te desharás de mí fácilmente. —Burló, y oh, ese tono causaba estragos en Ace, que repentinamente podía verlo como un igual.
-¿Sí? —Preguntó el pelirrojo con un tono juguetón, llevando su mano a la amplia espalda ajena—, entonces no dejes que te abandone.
Ninguno necesitaba palabras extra. Sabían que en realidad, no era posible que ellos se dejaran.
De una patada, la puerta fue abierta. A veces Ace olvidaba la época de delincuente de Deuce ¿y cómo no? con el tipo de muchacho que era ahora, nadie podría recordarlo constantemente.
La lluvia había comenzado. La caída de los astros de forma continua era maravillosa. La sensación de emoción en el estómago de Ace se arremolinaba, pero parecía hacerse más aguda al mirar la sorpresa en los labios de Deuce, en sus iris brillantes, en la forma en la que se ubicaba a su lado con naturalidad.
-¡Mira! —Dijo, y el pelirrojo asintió observando el firmamento.
Pensó, por un momento, que algo pareció entibiar su pecho mientras el de ojos turquesa se reclinaba contra él y sus hombros chocaban. Era un toque que nunca pasó inadvertido para ambos, Ace lo sabía, pero se sentía ligeramente más consciente estando bajo las estrellas.
Recordó unas palabras incómodas de su hermano, que solía decirle cuando estaba malhumorado por las chicas que se molestaban con él y sus ansias de entretención y libertad.
"Ahora estás tranquilo, buscas diversión ¡y así debe ser! pero cuando te enamores va a haber mucha calma, vas a extrañar esto. Hasta entonces, es mejor estar con tus amigos".
No supo en ese entonces por qué recordó esas palabras mientras el sonoro "wow" de Deuce delataba más emoción.
Actualmente, mientras su compañero dormitaba en el sofá del cuarto de Ace, con los cabellos sobre su rostro, alborotados, quizás podía darle la razón a su hermano. Si hubiera sido caótico, quizás se habría dado cuenta de lo que sentía.
De todas maneras, todo lo que está destinado a suceder, podía hacerse sin más, ¿no?
-¡Deuce! ¡no puedes dormir en clases! —Regañó con una mentira, mientras veía al muchacho dar un brinco en confusión y restregar sus ojos.
-¡Disculpe, Trein-sensei! —Gritó, y de repente se vio desorientado.
-Buenos días~. —Bramó Ace—, ¿ya vuelves a tu dormitorio? —Indagó, tomando asiento a su lado, y sintiendo cómo Deuce se acomodaba en su regazo.
Tragó pesado. Si no sintiera que todo se derrumbaría al avanzar, entonces...
-Mnh, quería hablar contigo, por eso estoy aquí, ¿quieres salir mañana?
-¿Salir como, al laberinto de rosas? —Cuestionó el pelirrojo, tentado a llevar sus manos al cabello ajeno.
-Salir como... al karaoke. —Invitó, mientras seguía en su regazo—, vine para decirte eso. Luego me respondes. Voy de vuelta a mi cuarto.
Como pudo, Deuce se levantó. Antes de que saliera por la puerta, Ace lo tomó por la mano y lo detuvo.
-Tú... ¿por qué?
Deuce pareció no entender la pregunta, pero era válido. Estaba somnoliento.
Y él, mientras tanto, sentía que estaba caminando en un terreno peligroso, con el estómago apretando fuertemente.
-Una vez me dijiste hace tiempo... no recuerdo cuándo, pero me dijiste que no dejara que me abandones. Y eso estoy haciendo.
Se sentía extraño.
-¿Me respondes en la noche? —Indagó.
Ace sintió.
-Entonces me voy a dormir. Adiós.
Definitivamente Deuce avanzó primero sin explicitarlo.
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Yo tenía escrito esto desde ayer 🥺👉🏻👈🏻 pero me dediqué a dormir todo el día porque estoy enferma~ así que ahora se los traigo ¡disfrútenlo!🤧💖 Ahora no sé qué más hacer, yo no sirvo para escribir romance, aaaa
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[Twisted Wonderland] No lo diré. (DeuAce)
Hayran KurguDesde el inicio, Deuce y Ace se dieron cuenta de que hay algo más allí. Sus toques que no pasaban inadvertidos, sus manos tanteando más de lo necesario, y sus labios con deseos de contactar eran la prueba. Sin embargo, el primero que dijera algo, se...