1. Selfie y Bebidas.

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Estimados pasajeros, se les informa que en diez minutos estaremos en Miami, Florida. Abrochen sus cinturones y prepárense para el aterrizaje. —.

La irritada voz de la mujer en el altavoz me despertó, haciéndome sobresaltar sobre el hombro de mi hermano.

No entiendo por qué mis padres no pudieron conseguir boletos de avión a una hora razonable.

Abordamos a las 4:00 de la madrugada para llegar a las 6:00 de la mañana.

Dave sonrió y pasó su brazo sobre mi hombro mientras Kate seguía durmiendo.

¡Dios, tengo tanto sueño! Creo que me quedaré durmiendo en el avión. — murmuro acurrucándome en mi pequeña almohada de viaje.

Lo siento hermanita pero no dejaré que eso pase. — sonrió. Yo lo ignoré pero no sirvió de mucho ya que unos segundos después tenía sus odiosas manos haciéndome cosquillas.

La mitad de los pasajeros dormía, y yo estaba allí riéndome como una enferma, causando malas caras de los pasajeros y quejas de parte de Kate quién se despertó por el escándalo.

¡Dave basta! — grité entre risas.

Listo. —dijo separando sus manos de mí —Creo que ya se te pasó el cansancio.

Eres un idiota Dave.

La verdad es que sí ya se me pasó el sueño pero no le iba a dar las gracias por humillarme frente a más de cincuenta personas.

Yo se que me amas hermanita linda. — dijo sin separar la vista de su teléfono. Bufé, aunque era cierto.

Ahora a despertar a Kate: misión imposible.

Kate...Kate...Kate despierta llegamos a Miami. —resoplé moviendo a mi amiga sin lograr que reaccionara.

Yo me encargo. — dijo Dave dispuesto a hacerle cosquillas — ¡David Mónica Helberg! —gritó levantando el dedo índice frente a la cara de Dave—  Te atreves a hacerme cosquillas y te  juro que no llegas vivo a Miami.

¿Cómo sabes me segundo nombre? — murmuró Dave sorprendido.

Yo lo sé todo. —sonrió apartándose de su franela.

Mentira. Un día le estaba contando a Kate lo mucho que odiaba a Dave por ser tan sobreprotector, y se me escapó.

Dave me miró con mala cara, pero antes de que me pudiera decir algo, la voz de la azafata en el altavoz lo interrumpió.

Estimados pasajeros, se les informa que ya aterrizamos en Miami, Florida. Desabrochen sus cinturones y bajen de manera ordenada. Que tengan un buen día y gracias por volar con Eagle Airlines.

El rostro de mi hermano cambió completamente y sin decir nada me tomó de la mano y bajó nuestros equipajes del estante.

Más adelante Kate bajó sus maletas de mano y bajamos los tres juntos del avión con una gran sonrisa por la intriga y el alivio de que ya el vuelo terminara.

Al bajar un señor de cuarenta años más o menos, nos ayudó a Kate y a mí a bajar de las escaleras del avión.

No tenía idea de quién era, pero al ver su uniforme azul de mangas largas y la ficha en su saco: "Piloto Edward Thompson" supe que no era ni más ni menos que el piloto del avión.

Yo bajé y le di las gracias, pero cuando bajó a Kate ésta se quedó en shock por la vista de Miami, como el viaje llegaba a las seis de la mañana era justo la hora exacta para que saliera el amanecer.

Problemas de Amor® CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora