Único

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Gran Alfa.

Era un sábado, el reloj marcaba las dos y cincuenta de la tarde, el clima era nublado, pero con un ambiente templado, bastante agradable para aquellos a quienes les gustase estar en casa leyendo o descansando en la cama.

Un olor a tierra mojada hizo que el cuerpo acostado, con el pecho sobre el colchón, se moviese un poco para tantear con su mano derecha el lado ahora vacío que había, haciendo que el individuo abriese uno de sus ojos con pereza, dándose cuenta que su pareja no se encontraba a su lado. Jungkook con una sonrisa somnolienta se reincorporó y se sentó con la espalda contra la cabecera, dejó las sábanas a un lado sin importarle estar desnudo, no había por qué avergonzarse, estaba en casa y las cortinas estaban cerradas dejando entrar aún así una luz natural, ya que las cortinas eran de color durazno suave.

El Alfa suspiró mientras se levantaba de su siesta, se puso en pie y tomó su ropa interior para poder cubir su miembro. Una vez puesto salió por la puerta en busca de aquél aroma que tanto le calmaba, caminó por el pasillo del apartamento mientras acaciriaba su nuca con pereza. Bostezando miró el living y al no ver a nadie solo caminó a la cocina para por fin encontrar a su Omega el cual preparaba un licuado, haciendo a Jeon sonreír con suavidad y acercarse para abrazar al mayor, ocultando su rostro en el hueco del cuello de Park para poder olfatear aquél olor a tierra mojada.

- Buenos días, cariño- habló dulcemente el mayor al sentir a su Alfa abrazralo- ¿Haz podido dormir bien?- preguntó apagando la licuadora, apartó un poco al pelirosa quien gruñó un poco- Solo quiero mirarte a esos hermosos ojitos- rió por lo lindo que era su Alfa.

Jungkook dejó que su bebé pudiera dar vuelta para poder mirarse a los ojos y sonreír. El pelirosa con ternura tomó la cintura del pelimorado para poder acercarlo y besar sus labios con suavidad, sin intención de ir a más, solo quería demostrarle lo mucho que lo amaba. Pero se apartó al sentir las manitos del mayor en su pecho para separarlo un poco.

- Jungkook- soltó con las mejillas rojitas y sintiendose algo avergonzado por lo que iba a decir- Hueles- susurro.

Jungkook se quejó, se apartó y corrió hacia el baño para lavarse los dientes y la boca, haciendo reír a su querido novio.

Jimin se sirvió un vaso del licuado caminando hacia el sillón para poder disfrutar mientras anteriomente ponía música, relajandose. Pero su mirada se concentró en el pasillo al sentir el aroma a lima y menta de su Jungkook, el cual caminó hasta estar frente al mayor, tomandolo sin problema para abrazarlo y sentarse con Jimin sobre él.

- Casi derramo el batido- hizo un puchero que fue besado por el menor quien miraba con ojitos brillantes el vaso en la mano izquierda de Jimin- ¿Quieres probar?- inquirió con curiosidad recibiendo un asentimiento- Pero es mío- se burló acomodandose sobre el regazo del pelirosa quien apretó los labios soltando un jadeo y mirando al pelimorado tomar su bebida.

Jungkook sin aviso tomó el vaso entre sus dedos y se inclinó un poco para dejarlo sobre una mesita de cristal, obviamente con su mano libre sostuvo a Jimin para que éste no cayese de su regazo.

Jimin lo miró confundido, pero lo dejó atrás al sentir los labios finos de Jeon sobre los suyos, posesivos y demandantes, amasando entre sus grandes manos las nalgas del pelimorado quien se quejó dejandole paso a la lengua de Jungkook quien aprovechó en succionar y lamer la lengua contraria.

Jungkook con una sonrisa alejó sus labios de los contrarios y sus manos esta vez acariciaban el trasero de Park, dándole a entender que no habría otro movimiento de parte suya.

Shhh~ KOOKMIN OS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora