13-Últimas palabras

82 11 0
                                    

Las horas se hacían eternas en la pequeña sala de espera de la enfermería. Harry se encontraba anclado como una estatua a su asiento, mirando a un punto fijo siendo incapaz de ordenar sus pensamientos. A su lado, Zayn se había pasado todo el tiempo cabizbajo sin articular ni un solo músculo, si no estuvieran en esa situación, podrían pensar perfectamente que estaba dormido. Ni siquiera había reaccionado a las palabras de su novia, que no paraba de dar vueltas a la habitación despotricando sobre las pocas medidas de seguridad durante el partido. Por último, Eleanor estaba sentada frente a Harry que seguía ausente. La chica observaba a la persona que había llegado como un huracán revolviendo la vida de su mejor amigo, porque lo que nadie podía negar es que tras tantos años de amistad, Eleanor leía a Louis como un libro abierto, y sabía perfectamente lo que había supuesto a Louis la llegada de Harry a su vida. Lo que no había podido imaginar, es que el sentimiento fuera mutuo. Zayn les había comentado la grave pelea entre los dos chicos, sabía que a Louis se le iba mucho la lengua y soltaba la primera burrada que se le ocurriera, y aún así, ese chico de ojos verdes llevaba sentado en una incómoda silla de la enfermería, pudiendo estar en su sala común resguardado del frío, más de 5 horas simplemente para escuchar la más mínima noticia de su amigo. De repente el sonido de un objeto metálico chocando contra el suelo dentro de la enfermería despertó a Harry de su pequeño shock, chocando por primera vez con la mirada de la chica y mostrándole el miedo que inútilmente intentaba ocultar en sus frías facciones, algo que a Eleanor no pudo evitar enternecerle, acercándose a él para darse mutuo apoyo.

-Saldrá de esta, es un chico muy fuerte.

Harry la miró con los ojos llenos de lágrimas amenazando con desprenderse por sus mejillas.

-Ey vamos ¿no se supone que eres un gryffindor? tienes que ser valiente por él.

El comentario sobre su casa hizo que una pequeña carcajada saliera de los labios de Harry aunque estos volvieran a teñirse de tristeza al momento. Eleanor pensó que no conseguiría sacarle conversación al chico así que se levantó dispuesta a volver a su asiento cuando este habló.

-No quiero volver a verte.

La Slytherin se giró mirándolo algo incrédula por lo que el chico siguió a
hablando.

-No quiero volver a verte fueron las úl- últimas palabras que le di-di-dije- empezó Harry sollozando.

Eleanor supo al momento que rumbo estaba tomando esa conversación, así que rápidamente volvió a acercarse al chico y lo cogió de la mano notando el gran temblor que tenía en esos momentos.

-Oye oye no digas eso, ni lo pienses, Louis saldrá de esta y podréis hablar y solucionar todo lo que ha pasado. Mira yo no te conozco apenas pero si que lo conozco a él y te puedo asegurar que desde que entraste en su vida algo cambió, Louis cambió. Eres muy importante para él y estoy segura de que aunque en ese momento de calentón os dijerais cosas terribles en realidad no pensáis ninguna.

-¿Crees que se habrá al menos planteado la idea de perdonarme?

-Creo que no se lo ha planteado porque su único pensamiento es que tú lo perdones a él.

Harry analizó las últimas palabras de la chica mientras esta se alejaba y un ápice de esperanza volvió a su pecho al pensar en reconciliarse con Louis.

-Eleanor

La chica lo volvió a mirar.

-Gracias...

-A ti por hacerlo feliz- Dijo mirando hacia la puerta de la enfermería.

Siguieron pasando horas y horas y no tenían ni la más mínima noticia sobre el estado de Louis, cosa que hizo que a cada minuto que pasaba la ansiedad se fuera haciendo más y más presente en los chicos, cuando por fin 8 horas después del accidente, la profesora Mcgonagall apareció por la pequeña puerta de la salita alertando a las 3 serpientes y al león.

-Muchachos perdonad por la espera, la enfermera ha tenido que revisar que ninguna parte del cerebro del señor Tomlinson estuviera dañado y por suerte todo está en perfectas condiciones.

Un aire de tranquilidad se instauró en el grupo tras las palabras de la profesora.

-Eso si está bastante aturdido por el golpe así que debe descansar y quedarse una semana en observación para evitar disgustos. Váyanse a sus respectivas habitaciones y mañana a primera hora podrán venir a visitarlo.

-Pero profesora no podemos entrar ni un momento ahora?- preguntó Harry.

-No Styles lo siento tendrá que ser mañana, ahora Tomlinson debe descansar.

Zayn recogió sus cosas y se fue directo a su sala común sin siquiera decir una palabra, Gigi aprovechó para hablar con la profesora Mcgonagall de un tema de clase, así que se despidió de los chicos con la mano y siguió a la mujer hacia su despacho. Eleanor miró a Harry y este le señaló con la mirada que se fuera tranquila, que estaría bien, se sonrieron mutuamente y la chica siguió los pasos que hace unos segundos había recorrido Zayn. Harry se quedó ahí parado sin saber que hacer, una pequeña locura no paraba de aparecer en su cabeza y sabía que si lo pillaban podía perder muchos puntos para su casa pero si no podría ver a Louis y asegurarse de que estaba bien. La profesora Mcgonagall estaba dentro del despacho y siendo ya de noche y tras el largo reconocimiento que le había hecho a Louis, la enfermera se habría ido ya a dormir. Así que sin pensárselo dos veces cruzó la puerta de la enfermería entrando en una gran sala de paredes blancas, con grandes filas de camas rodeadas de cortinas para darles algo de intimidad a los enfermos que tuvieran que quedarse allí, varias herramientas médicas y un pequeño despacho para la enfermera. En ese momento solo había una persona ingresada, así que supuso que el chico se encontraría en la única de aquellas camas que se encontraba con las cortinas cerradas.

Se acercó con mucho sigilo y al verse delante de la habitación,por llamarla de algún modo, empezó a ponerse nervioso, ¿y si no quería verle? ¿y si llamaba a la enfermera y lo delataba? ¿y si simplemente hacia como si él no estuviera allí? ¿que sería peor el odio o la indiferencia?

-Enfermera Pomfrey,¿está usted ahí?

Las palabras del Slytherin a través de la cortina le sacaron de su bucle, mierda, tenía que decir algo.

-N-no, so-soy Harry, ¿puedo pasar?

Ya no había marcha atrás.

Casualidad o Magia | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora