Tímido

"El mal tercio." 2/2

Wen Ning siempre ha sido el mal tercio, el violinista, quien sostiene el paraguas, la tercera rueda. Sin embargo, no muestra ninguna señal de dejar de serlo, se rindió con el amor después de que sólo jugaron con él, además de que su mejor amigo y su hermana comenzaban a sobre protegerlo demás debido a ello.

Siempre ha sido visto como alguien sumamente inocente, alguien que podría ser corrompido sin problemas.

Pero su inocencia se acabó cuando supo para que hacía coartadas para su mejor amigo.

Mismas que este usaba para irse con su pareja a quien sabe dónde, hace ya unos años. Con el tiempo, las coartadas ya no eran necesarias.

Y se sentía raro.

Era extraño para él no estar encubriéndolos todo el tiempo, era como su manera de distraerse del hecho de que sigue soltero y del porqué.

. . .

No era la primera vez que estaba en un bar, y menos en un bar gay buscando sexo.

Para sus amigos y hermana podrá ser alguien inocente, puro y casto. Estaban totalmente equivocados.

Lo que tenía de inocente lo tenía de hetero.

Después de encubrir tantas veces a su amigo, y de encubrir a su sobrino, ya casi nada le sorprende.

Una aventura de una sola noche, sólo eso pedía, pero su apariencia le hace ver como si quisiera algo serio, y eso, ahuyentaba en ocasiones a las personas.

—¿Algo más Qionglin?—preguntó el bar tender observando al joven Wen, con su copa a medio terminar.

—Por ahora no, gracias Hu Ge—le sonrió.

Sin más, se retiró.

. . .

Cuando llegó al apartamento, no se sorprendió al no encontrar a su hermana mayor, el trabajo como nueva directora del hospital Wen era muy asfixiante y le consumía mucho tiempo.

Eran contadas las veces que cenó con ella desde que se volvió la directora del hospital.

Hizo su cena como de costumbre, y dejó un poco para su hermana.

Se puso a ver dramas y a hablar por teléfono con los integrantes aún despiertos y desocupados de la banda a la que pertenecía.

Al final se quedó dormido, mañana seguramente tendrían un ensayo general antes de irse de gira nuevamente.

Rió un poco al saber la razón del porqué el vocalista estará tomando té de manzanilla todo el tiempo, y porque en vez de bailar parecerá un ciervo recién nacido.

Suficiente, su amigo y vocalista probablemente necesitaría también algo de comer, con eso de que a veces sale sin desayunar. También le llevaría algo al baterista y al guitarrista, para que no se sientan excluidos.

Como quisiera Wen Ning, tener la suerte de Wei WuXian y encontrar a su alma gemela, si no fuera tan tímido, probablemente ya lo habría hecho.

Bueno, mañana sería un día largo, y hombre prevenido vale por dos.

. . .

Cuando llegó al estudio no fue una sorpresa encontrarse con un Wei Ying sentado sobre un cojín en su silla de siempre, tampoco que su primo Wen Xu esté burlándose del vocalista.

—Un día de estos vendrás al estudio en silla de ruedas—se burló—Bueno, al menos yo si tengo a alguien con quien dormir todos los días, no como otros que para aparentar su soltería dicen "Soy del pueblo para el pueblo."—Wei Ying regresó la burla, atacando en la debilidad de Wen Xu, su eterna soltería y ego.

Antes de que Wen Xu comenzara a hablar nuevamente, Nie HuaiSang, el baterista, había llegado.

—Llegó por quien lloraban—Wen Xu y Wei Ying se le quedaron viendo, Wen Ning rió.

3, 2, 1...

—¿Y porqué no veo a Lan Zhan?—Wen Xu se rió a carcajadas, mientras que HuaiSang le decía al vocalista—Wei Xiong, tú si que eres una esposa muy bien adiestrada—Wei Ying también soltó carcajadas—Pues soy una esposa bien atendida—siguió con la broma.

Ambos rieron, y Wen Ning al fin decidió hablar.

—¿Saben a qué hora llegará el manager?—preguntó con su tono de siempre, diferente al que usaba cuando estaba en el club.

Su tono inocente.

—No lo sabemos, sólo nos dijo que viniéramos al estudio—comentó Wen Xu.

—Bueno, al menos canceló el ensayo, no tendré que cantar con la garganta seca—Wen Ning tenía ganas de reír por haber entendido a lo que se refería—Tremenda suerte de que no te dejara afónico—más ganas de reír—Eso sería el equivalente a dejarme inválido—bromeó Wei Ying.

Al final no se rió, debía mantener la fachada de inocencia.

Pasó un buen rato hasta que su manager llegó, les explicó que se irían esa misma tarde, que debían empacar lo necesario y despedirse de sus familias, para después irse en el primer vuelo a Japón.

—No olviden sus pasaportes y credenciales—todos asintieron ante la orden—Gracias—dijeron al unísono viendo al hombre retirarse.

—¿Nos vamos a la casa de Wei Xiong?—Wei Ying negó—No, no, verán, no hay nadie en casa en estas horas, mi rabanito se fue a la escuela y mi adorado esposo se fue al trabajo—Wen Xu lo observó—¿"rabanito"?, ¿te das cuenta que es un adolescente?—e incluso ya ha cogido con el joven Jin, pensó Wen Ning.

—Para mi aún es un bebé, o acaso quieres que te pregunte porque llamas a tu gata Bao Bao—Wei Ying se rió, seguido de Nie HuaiSang—Eso es diferente, mi pequeña Xiao Yu es muy chiquita, tú hijo está a unos pasos de ser adulto—Wei Ying le dió un golpe en el hombro.

—En vez de ir a mi casa, hay que ir a un café, ¿recuerdan al que íbamos cuando éramos Trainees?—sonrió.

—Claro, maestro Wei—Wen Ning recordó viejos tiempos, días de su juventud casi olvidada, cuando apenas y sabían tocar unos acordes y cantar unas dos canciones.

Cuando aún tenía a cierta persona a su lado.

—Vámonos, antes de que los bollos que a mi me gustan se agoten—rieron al unísono, ese Nie HuaiSang era un caso.

Si disfrutaba estos momentos, lo haría, el día que encontrara a quien lo complemente, los compartiría con el o ella.

Sólo hay que esperar.