ENO

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     Cuando TaeHyung despertó esa mañana, estaba solo.

Los brazos de su pareja no le envolvían, por supuesto, y su amada mascota tampoco se encontraba a los pies de su cama, y eran comprensibles esos detalles puesto que su amado Hoseok se encontraba a muchos kilómetros con su familia, y TaeHyung estaba en el hogar de sus padres quienes no les gustaba para nada que permitiera que Soonshim, su perrita linda, se durmiera con él. Aunque sabía eso, TaeHyung seguían sintiéndose solo, y con mucho frío.

Le despertó su alarma, muy puntual para recordarle que era día para comprar con su madre la despensa de la semana, aunque se había desvelado jugando en línea no puso quejas y se levantó de su cama para prepararse no sin antes responderle los mensajes de buenos días a HoSeok y a sus amigos, el día estaba iniciando.

Mientras se vestía, se sintió muy incómodo, descubrió poco después que se trataba por el silencio. Tenía dos hermanos menores, una niña de 14 y un hermanito de 10, nunca eran tan silenciosos, estaban de vacaciones así que desde temprano se levantaban para jugar.

—¡Mamá! —gritó luego de ponerse los zapatos, se encontraba saliendo de su recamara cuando se detuvo en el marco preocupándose por la falta de respuesta— ¿Mamá? —nada, ella se había ido sin él, llevándose por supuesto a sus hermanitos. Pensar en ello le molestó un poco, no se detuvo al sacar su móvil y mandarle un audio.

» Me hubieras despertado si te ibas a ir antes, mamá, yo quería ir para escoger mi cereal preferido. —al terminar de hablar, mandó el audio, luego le escribió el nombre de ese cereal pidiendo de favor que no lo olvidara. Ella no respondió, ni siquiera vio el mensaje, no era de extrañar en realidad ese detalle así que lo dejó pasar y dio un paso para irse a la sala.

Por las ventanas se filtraba la luz del día, un rayo golpeaba directamente a uno de los sillones mostrando en el aire un poco de polvo flotando, se detuvo mirando la escena enseguida y sintiéndose nuevamente solo, puesto que en ese sillón debería de encontrarse su padre y no era así. Era sábado, no iba a trabajar.

» Oye, papá, ¿Dónde estás? —la falta de respuesta le hizo apretar sus labios y regresarse a su cuarto esperando nuevamente, el malestar aumentaba, la soledad le rodeaba. 

Nunca le había gustado estar solo, ni siquiera en su pequeño departamento alquilado en la ciudad de Seúl cuando estaba estudiando, por eso conoció a HoSeok, se hicieron compañeros de departamento primero, luego amigos y finalmente estaban por cumplir su segundo aniversario juntos. Le conocía tan bien como para saber que estar solo siempre había disparado su ansiedad, desde que era niño le pasaba.

Por eso no dudó en escribirle preguntando si podía marcarle, vaya sorpresa se llevo cuando en seguida HoSeok le llamó.

—¿HoSeok? —contestó a la llamada en seguida.

—Hola mi amor, ¿Qué te parece si sales a caminar un ratito con Soonshim mientras hablamos? —eso sin duda era una excelente idea.

Aprovechando que estaba en su cuarto, no le tomó más que un par de pasos llegar a su escritorio, la correa de su mascota estaba ahí así que tras tomarla, salió a pasos apresurados de su hogar. No llevaba suéter encima, la piel de sus brazos enseguida sintió el frío por el cambio de ambiente, pero prefería no regresar » ¿Ya sabes qué van a cenar para navidad? —HoSeok le dio un motivo para distraerse mientras rodeaba su casa dirigiéndose al patio trasero.

—No, sé que van a venir unos familiares y traerán algo, pero no se han puesto de acuerdo mis padres de qué van a cocinar, ¿Y tú, hyung?

—Noona hará un gran estofado para todos, mamá la ayudará un poco, yo también quiero ayudarlas pero prefieren que cocine algo yo sólo.

—Cocinas muy rico, hyung, es comprensible, ya extraño que me hagas el desayuno. —como siempre, HoSeok tenía ese efecto que le hacía calmarse, ya se encontraba bromeando y ansioso por escuchar lo que seguía.

[edis rehto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora