★Uniforme escolar; Solo3minuti: debiera mostrar de mí lo que nunca pude ser★

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Las peleas entre ambos eran usuales, no es que jamás hubieran lanzado palabras venenosas en contra del otro. Pero el rostro de dolor que Deuce había puesto cuando Ace terminó de escupir toda su palabrería feroz, para no perder en esa riña, le hizo saber que no por ser usual era bueno.

No le gustaba ese rostro, estaba seguro. Pero a ese punto, no tenía certeza de muchas cosas.

"Ni siquiera sé por qué siento algo por ti" no era una buena elección de palabras en medio de una pelea, ni siquiera para alguien que era usualmente grosero como él.

No sentía culpa. En realidad, no había una pizca de mentira en eso ¿por qué siquiera le gustaba Deuce? sólo repentinamente se veía con la necesidad de atraerlo a sí, de molestarlo, de abrazarlo y provocar un caos con él. Era adictivo. Sin dudas era maravilloso verlo sonrojado, o incluso verlo apasionado defendiendo ciertas cosas. Defender a sus amigos era algo que se le daba fácilmente.

Pero en ese momento, el nacido en junio estaba tremendamente enfadado con él.

"Ni siquiera me duele tu mentira. Me duele que no seas fiel a ti mismo, imbécil. Que seas tan mentiroso incluso contigo ¡no soporto a la gente así!" le había dicho, y se fue. Con tanta facilidad se marchó, que el pelirrojo había tenido una duda que lo hizo notar insensible.

¿Yuu siquiera sabía por qué la pesca había salido mal?

Cuando vio a su compañero, en realidad él parecía preocupado por Ace. Deuce ya se había ido pisando fuertemente, así que ni siquiera se molestó en detenerlo.

-¿Están en esa parte complicada de la relación donde parece que todo se va romper?

El pelirrojo arrugó la nariz en un gesto de molestia.

-No hables estupideces. No tenemos nada que se pueda romper.

-Oh, pero ustedes son amigos, ¿no es así? ¿no se puede romper esa amistad? —Sugirió el muchacho—, no seas estúpido, Ace. Deuce tiene razón. No puedo decir más al respecto, y está bien que quieras mentir o evadir algo de la realidad, pero hay niveles.

Con sus amigos señalando ese defecto casi intrínseco de él, en realidad Ace quedó sin ganas de continuar la pesca y se marchó a Heartslabyul.

Las palabras de su compañero pegaban más porque le indicaban que no le importaba cuánto le mintiera a él. Como si todo lo que el pelirrojo hiciera fuera falaz, cuando realmente era honesto el sesenta por ciento de las veces.

Tenía que explicarle la situación a Deuce, ¿cómo podía hacerlo?

Su teléfono vibró, y cuando lo vio, tenía un mensaje de Yuu.

"Deuce pasará la noche aquí, y sé que siguen molestos. Curiosamente Jack y Epel me pidieron ir con ellos a un sitio y luego me quedaré en Savanaclaw. Una oportunidad. No la arruines".

El pelirrojo se rió. En realidad, ¿qué cara pondría el nacido en junio al saber que Yuu prácticamente le había mentido para que volvieran a amistarse?

Seguro sólo lo ignoraría e iría a la cama. 

Cuando estuvo en el lugar, el prefecto del dormitorio le pidió que por favor no rompieran nada. Que el lugar ya se estaba cayendo, así que mejor era si lo cuidaban o se aseguraría de bañarlos en ácido.

Definitivamente trataría de cuidar las cosas.

La noche cayó y escuchó los pasos al exterior, sonando un poco dubitativos. Ace entendió que eran los nervios porque se supo del mismo modo.

Abrió la puerta, encontrando el rostro inexpresivo del de cabellos oscuros y luego un suspiro.

-Como se esperaba, Yuu también miente. 

-Eres el único que no parece hacerlo, eh. —Burló sutil.

-Me cuesta mucho. De todas maneras, déjame entrar. —Pidió.

-¿No te vas a ir porque estoy aquí? —Indagó, abriéndole la puerta y dándole el paso al cuarto que Deuce conocía bastante bien.

-No es por ti que me fui, de todas maneras tenemos dormitorios distintos. Se suponía que ayudaría a Yuu... no debí creerle.

"También me mintió a mí" pensó Ace "no puede ser tan malo, ¿no?"

-Hey, ¿piensas disculparte? —Preguntó mirando al otro.

-¿¡Ah!? ¿por qué debería? ¡tú deberías disculparte! ¡no yo!

-Estoy agotado de pelear, e ignorarte en clases es difícil si refunfuñas por lo bajo a mi lado. 

Deuce pareció pensar levemente en la situación expuesta y luego suspiró.

-¿Cuánto de lo que sé sobre ti es mentira?

Ace tragó pesado ante esa pregunta, mientras miraba cómo las manos ajenas se estrechaban entre sí y se acomodaba en un asiento del dormitorio.

-No mucho, creo. Intento ser genuino, mentir es agotador. 

-Deberías mentir menos. Mentirte menos, quiero decir. —Especificó—, ¿que no sabes qué te gusta de mí? está bien, yo tampoco lo entiendo.

-¿Qué cosa? —Rió Ace en una burla.

-No me harás decirlo. De todas maneras... —Deuce miró a Ace—, ¿trajiste ropa de cambio? estarás aquí hasta mañana.

-¡No! ¡lo olvidé! ¡gah!

Su compañero negó con la cabeza y una pequeña risa.

-Ten. —Extendió su bolso, donde llevaba tres uniformes—, dudo que te queden grandes. Debes cuidarlo.

Ace parpadeó confundido.

-¿Por qué traías más ropa si sólo venías a quedarte por hoy?

El de ojos turquesa desvió la mirada y sus mejillas se colorearon de rosa.

El pelirrojo sólo tuvo un pensamiento que ablandó su corazón.

"¡Deuce sabía que yo vendría!"

-¿Intuición? —Dudó en su respuesta, y Ace rió.

-Eres un pésimo mentiroso.

-Pero yo no me miento a mí mismo.

-¿Oh~? pero yo no niego las cosas que quiero a menudo. —Dijo, acercándose a Deuce—, no me estoy mintiendo ahora mismo, ¿sabes? déjame convencerte. —Bramó por lo bajo cuando se había acercado lo suficiente a Deuce para besarlo.

No era más que un contacto, otra vez. No entendía la añoranza detrás de ese acto, ni la necesidad de quitarse la corbata que parecía ahogarlo en ese momento, mientras su compañero contestaba a ese acto con vehemencia y lo acercaba a su cuerpo sujetando su cadera.

Claro que era una mala costumbre el mentir. Pero no tenía intenciones de emitir mentira alguna hacia Deuce por el momento. Excepto si tenía que ver con esas acciones imprudentes que todavía cometían.

Como pudo, sin despegarse de él, Deuce lo arrastró su persona, tratando de que se sentara sobre su regazo para profundizar el contacto que repentinamente era más húmedo, más intenso, y adictivo.

No, Ace no podría seguir así. Mientras lo abrazaba, escuchó el sonido de la puerta.

-¿Chicos, de casualidad no vieron-

El grito de Ace definitivamente no los salvó de la explicación que le debían a su amigo. Aunque al parecer, él lo suponía.

"Aunque no lo verbalicen, son los últimos en enterarse de que están saliendo" dijo Yuu.

La rapidez con la que todo pasó lo había dejado aturdido. Sería una larga noche.

[Twisted Wonderland] No lo diré. (DeuAce)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora