Se estremecía del dolor, todo su cuerpo ardía y la luz en sus ojos molestaba.
-Quién eres y qué es lo que te pasó- exigió una voz que se encontraba cerca de ella.
El dolor no la dejaba articular palabras. Con mucha dificultad estiró su mano en busca de alivio tocando ligeramente su pie.
Levantó la mirada y la silueta que se formaba le parecía familiar.-A-ayuda...- logró susurrar antes de perder la conciencia nuevamente.
~◇~
-¡Itac...!- logró articular tras despertar de golpe.
Sakura se levantó con mucho dolor y dificultad. Estaba segura de que no debería ser capaz ni de moverse nunca más tras el golpe de la batalla...
¡La batalla!
No estaba segura de qué pasó ni de donde estaba ahora. Sí reconoció que ya no se encontraba en la cueva, esta era una casa, estaba sobre una cama y al mirar por la ventana podía ver un gran patio.¿Qué diablos estaba pasando?
Su cuerpo ardía e intentó ver qué ocurría generando de su chakra verde, pero este cabello largo se lo impedía.
Un momento.
Ella no tenía el cabello largo.
Pasó otro momento para darse cuenta.
Sus manos más pequeñas de lo que recordaba.
Se destapó y pudo ver que su ropa le quedaba bastante más grande de lo que debía.
Fue entonces que pensó que todo esto debía ser un sueño y que ahora se encontraba inconsciente en aquella cueva, con Akatsuki a punto de quitarle el pergamino, si no lo habían hecho ya.Todo era un desastre... no se suponía que todo el esfuerzo que ha estado poniendo en su entrenamiento para volverse más fuerte se fuera a la basura. Se sentía débil, inútil. No debieron de haberle confiado el pergamino a ella. O quizás sí. Tal vez sus compañeros pensaron en dárselo porque nunca pensaron que Akatsuki iría tras ella, la más débil.
Suspiró.
Intentó ver qué ocurría con aquel dolor insoportable en su cuerpo, cuando se dio cuenta de una presencia que, al parecer, había estado todo este tiempo ahí, con ella.
Se volteó ocultando su chakra.
-Ahora sí responderás mi pregunta- se levantó un niño de unos 10 años aproximadamente, de cabellos negros que se le hacía muy familiar -Quién eres, qué es lo que te pasó y... de donde me conoces
Sakura tragó grueso. No podía ser verdad. Miró detenidamente al chico frente a ella y luego se miró sus manos y su cuerpo, entonces se le vino una voz a la cabeza.
"Así será"
¿Qué significaba eso?
Volvió nuevamente su vista hacia el chico, a su corta edad ya era poseedor de una bandana, la mente de Sakura comenzaba a atar cabos, olvidando el gran ardor que comenzaba a disminuir en su cuerpo.
-Ita... chi- susurró la pelirosa poniendo al niño en estado de alerta. Sus dudas fueron resueltas ante tal reacción, se trataba del ninja renegado, quien asesinó a sangre fría a todo su clan, y quien le arruinó la vida a Sasuke a tan corta edad.
Sakura miró a su al rededor calculando sus posibilidades, de todas las formas posibles escapar no había salida, y mucho menos atacar, no de esta forma, se encontraba en una gran desventaja.
1. Su ropa le quedaba enorme.
-no podría ni escapar con la ropa de esta forma
-mucho menos podría pelear, además el ninja se encargó de desarmarla2. Ventanas y la única puerta que había en esa habitación se encontraban selladas.
3. Aun no se recuperaba del todo. Seguía intentando acceder a su reserva de chakra.
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Es cuestión de tiempo (ItaSaku)
أدب الهواةSakura se encuentra en un problema por una misión. Akatsuki está tras de ella, se encuentra acorralada. Al abrazar el pergamino con fuerza, las ruinas del templo se iluminan y lo último que ve son los ojos sorprendidos de un pelinegro que intenta sa...