Nunca un día se le había hecho tan largo. Había rebuscado por todos los rincones del camarote donde estaba encarrada para ver si encontraba algo que llevarse a la boca. Allí solo había recambios de piezas del barco y cuerdas. Ni quiera había tenido un lugar cómodo para dormir durante la noche.
Para el mediodía, había estado realmente tentada a salir fuera a buscar algo para comer. Para la noche, tenía tanta hambre que no era consciente de que había salido del camarote hasta que la brisa la golpeó en cubierta.
- Vaya, creía que podías aguantar semanas sin comer. - bromeó Lena. Cuando la Luthor la había visto aparecer en cubierta, había ido a recibirla.
- Puedo, pero no quiero. - contestó Kara cruzando los brazos.
- Seguro. - se burló la Luthor.
- ¿Qué hay de comer?
- No, no. - rio Lena. - No va ser tan fácil conseguir comida. Tengo algunas condiciones. Primera, cenaremos juntas en el camarote que tenía preparado para ti. Segunda, aceptarás que por lo menos pasemos cinco horas de cada día juntas mientras estemos en Sonokym.
- Dos. - regateó Kara.
- Tres. - devolvió Lena.
- Dos y medio. - insistió Kara. Cuanto menos tiempo ganara Lena, mejor.
- Cuatro. - contestó confiada Lena.
- Está bien. Tres. - cedió Kara dando la batalla por perdida. Tenía hambre. No le venía de media hora.
- Hecho. Tercera, aceptarás comportarte como una adulta durante esas horas.
- ¡Si has sido tú quien me ha secuestrado!
- Cuatro. Pasaremos la semana las dos en la casa de los Danvers.
- Oye, entonces no van a ser solo tres horas juntas.
- ¿Trato?
- No me puedo creer esto. - bufó exasperada Kara.
- No te oigo. ¿Qué dices? Creo que hace un rato que el cocinero ha dicho que la cena estaba lista. Si tardas mucho, los marineros se lo habrán comido todo. -se burló Lena.
- Está bien, está bien. Tú ganas. ¿Tardaremos mucho en cenar?
- En unos minutos nos lo traen. ¿Vamos? Esta vez no te vas a quedar sola. - dijo Lena empezando a caminar dejando atrás a la rubia.
Kara solo suspiró y siguió a Lena de vuelta al que representaba que era su camarote. Allí Lena empezó a preparar una pequeña mesa auxiliar para cenar. Buscó algo para iluminarse mientras comían y lo colocó lo suficientemente cerca para ver algo, pero lo suficientemente lejos para no deslumbrarse. La rubia, mientras tanto, se sentó en una mesa que había en el centro de la estancia donde había desperdigados documentos de navegación. Empezó a leerlos como si entendiera algo de ahí.
Después de dos minutos mirando la espalda de Kara, Lena carraspeó.
- ¿Vas a estar así hasta que llegue la comida?
- Solo estoy leyendo. - contestó Kara sin levantar la mirada de las hojas.
- Has dicho que te comportarías.
- Y lo estoy haciendo.
- Eso no es verdad. - la riñó Lena.
Kara bufó y echó la espalda para atrás apoyándose en el respaldo de la silla. Se quedó mirando el techo unos instantes. Cogió aire y suspiró. Finalmente, se levantó y se sentó delante de Lena en la mesa auxiliar. Lena la miraba fijamente. Kara no podía descifrar esa mirada, pero se la devolvió. La cena no tardó en llegar cortando ese momento. La rubia agradeció ver que ella tenía como el doble de ración que Lena o cualquier otra persona. Realmente estaba muy hambrienta.
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Dioses y guerras [Supercorp AU]
Любовные романыLa Casa de El se había pasado veinte años luchando contra los rebeldes Luthor que se negaban a cerder ante ellos. Kara, como pincesa, acababa de ser enviada al territorio enemigo para controlar los avances de los rebeldes. Lena había viajado para cu...