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¡Oh mujer! Un día pesado tenía.
¡Oh mujer! Un día de amargura presencié.
¡Oh mujer! El fastidio seguía.

¡Pero oh mujer! Mire tan solo tu foto
para que mis entrañas se llenaran
de melancolía, y mi corazón se inundara de ternura al sentirte en un espacio roto.

¡Oh mujer! Mi noche se volvió liviana.
¡Oh mujer! Mi amargura se volvió dulce.
¡Oh mujer! El fastidió ahora no sé dónde quedó.

Y todo, solo por mirarte en un retrato,
que te aseguro, con tanta belleza
que emana de su interior;
guardaré en la eternidad
junto con este verso
en mi memoria, en mi corazón.

-QuiaraCPD.

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