-¡Ah!.- caí al suelo con las rodillas vendadas se empezó a mostrar la sangre fluir, me abrase a mi misma deseando que lo que escuche no sea verdad...
-Obito... - no me contuve, empecé a llorar en aquel claro del bosque.
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-Quien eres?!?.- el azabache se despertó junto a un anciano con una aza en sus manos.
-No me digas que eres un shinigami... ¡No, No estoy listo para morir!.
-Tranquilízate... - el anciano se sentó en un "trono" poniendo una de sus manos en su nuca.
-Deberás hacer algo por mi.. - el contrario solo negó repetidas veces pero el anciano no lo dejo seguir.
-Si quieres ser un shinobi tendrás cumplirme, este mundo esta lleno de guerras.- el azabache solo escuchaba nervioso. - Voy a crear un mundo solo con amor y paz, pero necesito tu ayuda...- el contrario negó y callo de la cama.
-No! me voy de aquí con mis amigos! .- dijo retorciéndose para escapar como pudiera.
-No llegarás muy lejos con la mitad del cuerpo así.
-Debes esperar creo que alguien estará feliz de verte si te vuelves fuerte... - sacó un collar de zafiro de su bolsillo, Obito lo miro con miedo.
-Dámelo... Dámelo... - decía volviendo a donde el anciano.
Lo lanzo hacia el, lo recogió con su barbilla envolviéndolo en esta.
-Me sorprende que no se haya roto, esa tal _________ debe ser importante para ti. - obito lo miro con miedo.
-C-Como sabes de ella...?. -el mayor lo miro y señalo el collar.
- Tiene su nombre grabado en el. - el peli negro miro el collar sosteniéndolo con la boca, era verdad, en el collar estaba grabado su nombre.
-Si quieres volver quédate o morirás...- obito volteo y asintió
Espérame ________!, Rin!, Kakashi! ahí voy!
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Desperté y aun estaba en el bosque, debo volver, pero, ¿Para que..?, Caminé sin rumbo alguno solo quería sentir sus brazos abrasarme, decirme que todo va a estar bien, que seguirá conmigo.
Llegue a la puerta de entrada y de costumbre me dejaron entrar pero no sin antes llevarme con el hokage para no preocupar mas que estuviera "desaparecida".
Entre y vi a mi Sensei, Kakashi y Rin sentados en un sillón, al verte Rin corrió a abrazarte pero la apartarte.
Aquellos ojos azules que reflejaban ternura y hermosura había desaparecido nada se reflejaba ni una muestra de afecto en estos.
-Que bueno que estas bien... - Minato hablo pero no hubo repuesta.
-Me puedo ir?. - Dijiste y no hubo respuesta.
-Bien... - saliste del lugar necesitabas cambiarte aun tenias la bata del hospital y estabas en descalzo.
Cambiaste tu atuendo por una blusa negra ajustada y una blanca mas larga que la cubría, era hora del almuerzo pero no comiste nada solo dormiste en tu cama hasta la noche.
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