El cielo estaba nublado y el clima estaba bochornoso por todas las lluvias que hubo en toda la semana.
- ¿Cómo quieres aprender más cosas si ni siquiera puedes caminar sobre el agua? - preguntó con gracia el mayor viendo cómo su hija estaba de pie pero no daba ni un paso.
- ¡Cómo quieres que lo haga si cada vez que lo hago lanzas un kunai! - reclamó la menor.
- Pues con los pies - respondió obvio mientras veía como su hija apretaba los puños enojada - ¿Ya te enojaste? - preguntó burlón.
La niña en respuesta empezó a correr por el río queriendo llegar a donde su padre se encontraba, pero a los cinco pasos un nuevo rasguño se encontraba en su brazo. Eso ocasionó que no concentrará la cantidad necesaria de chakra en un pie izquierdo, la niña cayó.
- Eres muy cruel con tu hija - dijo indignada mientras se cruzaba de brazos y hacía un puchero, ya nuevamente arriba.
- Pareces un cachorro abandonado bajo la lluvia - dijo el mayor viendo a su hija, un suspiro se escapó de sus labios - Tus genjutsus son muy débiles, ______ - anunció el mayor mientras tiraba un kunai en el árbol que ahora se encontraba a lado de él.
Al instante todo se distorsionó mientras que la niña se lamentaba al solo ver qué avanzó dos pasos.
La oji-café se quedó callada mientras analizaba la situación. Después de unos minutos se puso en modo de combate, avanzó un paso y tres kunais ya iban a su dirección, esquivó dos de ellos y agarró el tercero ganándose un ligero corte en su mano.
Otro paso y ahora eran cinco estrellas ninja, esquivó 3 y las dos últimas las detuvo con el kunai.
Un corte apareció en su pierna haciendo que pierda el equilibrio y caiga al agua.
[...]
Una pequeña niña de ojos café casi negros se encontraba con los ojos cerrados mientras le daba un sorbo a su chocolate.
- ¿Te iras, otra vez? - preguntó triste mientras veía su chocolate.
- Si - susurro con algo de pena mientras veía a su hija, solo había estado dos días en casa y nuevamente se iba a ir a una misión de 5 a 10 días - Sabes que no está en mis manos - dijo con una voz seria haciendo que la niña inconscientemente tragara saliva, el mayor se arrepintió al instante, su voz salió más seria de lo que quería pero ya estaba hecho, simplemente se limitó a salir de la sala para ir a su pequeña oficina a hacer un reporte.
- Si, perdón - susurro la niña mientras tomaba su chocolate. Sabía que ese tema era algo delicado pero no le gustaba pasar días sola en su casa, la única compañía que tenía, la única persona que la veía muchas veces se la pasaba en misiones, pocos días eran los que pasaban juntos y cuando llegaba de misiones la mayoría de las veces llegaba cansado.
No es fácil mantener y hacerse cargo de una niña solo, si quería mantenerla tenía que trabajar. Lo sabía, sabía que lo hacía por ella, pero a veces prefería ser alguien pobre para pasar tiempo con su padre.
¿No puedo ser un poco egoísta? - se preguntó para después negar alegando esos pensamientos.
No, no debo serlo - se contestó a sí misma.
[...]
La casa se encontraba sola y como siempre en todo el día no había dicho ni una sola palabra. Sus labios se encontraban pegados por lo resecos que estaban, el clima frío había surgido de repente.
Con pereza se dirigió a su habitación ya habían pasado ocho días y su padre no había llegado, ya habían ocho días desde que alguien le dirigió una mirada.
Muchas veces había pensado en hacer una travesura como lo hacía el Uzumaki pero sabía que no iba a funcionar, sabía que aunque la vieran en medio acto pasarían de lado y al acabar le echarán la culpa al rubio... tristemente aunque lo quisiera negar no se podía mentir a sí misma, sí lo había intentado y había ocurrido eso.
Ese día había sido el peor día de su vida, lagrimas salían de sus ojos y empapaban sus mejillas sin embargo, nadie se acercó a consolarla, nadie le dirigió una mirada, ni siquiera una de pena.
Ese día se sintió invisible y desprotegida ante el mundo que la rodeaba, ese día descubrió la crueldad de ser olvidado por completo, que nadie espere nada de ti, el miedo de que nadie te recuerde o te mire nuevamente, de ser un cero a la izquierda, miedo a no volver a sentir el amor de nadie y perderte en la inmensidad del mundo
Tener miedo de perder el lugar al que llamas hogar.
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Curiosidad... (Sasuke y tú)
FanficTodos la conocen pero nadie la conoce. Ella es como una pieza de un famoso museo, la puedes admirar pero no la puedes tocar. ¿Qué pasa por su mente todos los días? - esa pregunta es la que siempre atormentaba a un pequeño niño, curiosidad