XIII-I

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<<¿Cuántos meses fueron? ¿Habrá sido en invierno donde los días pasaban más rápido? ¿En verano? Fue que, ¿perdí la cuenta? Durante aquel Infierno no pudo ser, se suponía que solo sería un año, pero Rose simplemente pudo mentir, ¿me estaba pasando algo como Zoe? No, tal vez solo mi memoria tardaría en llegar, después de todo, tenía cada vez más y más recuerdos, cada uno se hacía más extenso y específico, no podía estar segura de cuándo era cada recuerdo.

Pero tenía una borrosa idea de haber estado dos años y unos pocos meses, ella, su voz, solía oírla durante mi estadía en aquel lugar lleno de oscuridad, sin embargo, con el tiempo, cuando volví con mi familia...Rose ya no decía nada.

Hubo una noche...

¿Tenía que ver con eso? ¿Podría haber alguna respuesta en lo que se sucedió esa vez?

Pero apenas era capaz de saber con exactitud lo ocurrido>>

−Lilith.

<<Dije que no quería pensar, pero sigo haciéndolo, ¿de qué manera podía ser sino?>>

−Lilith...

<<Por un instante quisiera desconectarme, creo>>

Miré mis manos sobre el regazo.

<< ¿Era un efecto secundario el morderme tanto las uñas? >>

−Suficiente−escuché que decía con cansancio.

Me sobresalté cuando algo chocó contra mi rostro. Fruncí el ceño al ver que era ropa, una camiseta gris. Race me estaba observando cuando dirigí la mirada hacia él.

Pocas horas habían pasado, aún faltaban un par para que anocheciera, Azael y Zoe se habían ido, puesto que estaban preocupados por Ann, al fin había salido de su habitación su única intención no era solo bañarse, al parecer, deseaba salir a respirar aire fresco.

Mientras tanto, yo intentaba descansar, pero claramente no estaba funcionando, y Race parecía haber perdido un poco la paciencia ya que no era capaz de prestarle atención a sus palabras cuando intentaba explicarme porqué no me había entregado ese papel.

Algo me molestaba, porque ellos sabían que mis secuelas podían ser diferentes a las tuvieron y tienen, sin embargo, también deseaba no haber adquirido esa información. Ninguno sabía exactamente si mis alucinaciones durarían un tiempo o serían para siempre.

Los únicos culpables estaban lejos o ya no existían.

<<Fueron tantas cirugías y no tengo ninguna cicatriz>>

Había pasado tres años en ese lugar, y lo único que lo comprobaba externamente era el pedazo de papel arrugado y el pequeño moretón en el interior de mi brazo donde estaba colocada la aguja.

−Di algo. Descansar o pensar demasiado no te está ayudando –comentó, acercándose, se sentó en la cama, esperando mi respuesta.

Mirarlo me calmaba y enloquecía mi corazón, era la única bella sensación que sentía desde que todo había comenzado. Era en esos instantes en que con solo mirarlo, con solo tenerlo cerca, podía recargar algo de fuerzas. Con su sola existencia, Race me ayudaba y seguramente no se daba cuenta.

Cuando era de noche, cuando mis miedos eran las escusas de mis acciones, tomaba su mano, él me dejaba sostenerla sin problema alguno, pero esta vez, en ese momento la única escusa era que quería tocarlo. Miré sus manos, las palmas abiertas para apoyarse en el colchón, estaba a centímetros de mí; la mayoría del tiempo la distancia desaparecía sin darnos cuenta.

El infierno de Lilith| 2 | Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora