Yatareni - Volumen Uno

Treinta y ocho

¿De verdad lo está retando por el liderazgo del grupo? Mejor dicho, ¿se podía hacer eso?

Ni siquiera Claudio, que era el miembro más antiguo de SPEED lo sabía. Por algo estaba reaccionando de la misma manera que todos nosotros.

Y el líder de SPEED se percató de nuestra sorpresa.

─Eso es porque nunca se les ocurrió preguntarlo ─contestó Gibrán─. La norma existe y es algo que existe en todos los clubs del mundo, no solo de anime. Pero no es algo que los líderes te digan en tu primer día. Es algo que siempre se sabe por mera casualidad.

Pues ahora ya lo sabíamos, pero me pregunto que sí, ahora que ya conocemos esa regla, alguien más de la Sociedad se atrevería a retar a Gibrán, o a quien gane esta competencia.

─¿Y qué harán ahora? ─pregunté.

Nos dirigimos todos, excepto los miembros de la ya extinta Sociedad de Nipponkenkyo, de nuevo hacia el parque donde había sido el primer enfrentamiento contra la Sociedad de Mayra Páez, aunque ahora que sé la verdad, creo que no puedo llamarlo enfrentamiento.

Llegamos a la cancha más grande y ahí Gibrán decretó el reto, ya que él era el líder al cual retaron:

─No perderemos el tiempo con juegos infantiles como la última vez, lo que haremos será correr dando vueltas a toda la cancha ─anunció el líder de SPEED─. Daremos cinco vueltas, quien las complete primero, se convertirá en el nuevo líder de SPEED.

─¿De verdad quieres decidir el futuro líder de SPEED con una carrera? ─replicó Mayra sonriendo un poco descarada mientras apoyaba las muñecas en su cintura.

─No me gustaría complicarme tanto ─respondió Gibrán─. Puede que elegir el líder sea algo importante, pero quiero acabar con esto rápido.

─Como quieras ─respondió mientras la chica hacia unos pequeños estiramientos─. Pero estoy segura que elegiste una competencia de velocidad porque asumes que eres muy veloz.

─No lo asumo ─le dijo mientras caminaban hacia la línea de salida, y. sonriendo, continuo─: Lo soy.

─Pues no eres el único ─contestó la chica.

Los dos se pusieron en posición. Todos los demás nos quedaríamos a observar para ver que todo se llevara a cabo correctamente. Incluso pintamos una línea que simbolizaba la línea de salida y también nos encargaríamos de contar las vueltas que llevaría cada uno.

No supe exactamente cómo sucedió porque yo me encargué de trazar la línea de salida en el suelo con un trozo de carbón que encontré por ahí, pero alguien designó a Mayra Palacios para que ella diera el grito de salida. Seguramente fue Claudio.

Mayra Palacios, moviéndose tímidamente, se puso a un lado de la línea de salida cuando ya había acabado de dibujarla y los dos que competirían tomaron su posición ahí mismo.

La chica empezó una cuenta regresiva. Aunque trataba de sonar fuerte, su timidez hacia que se oyera despacio.

Al final gritó "Despegue" en vez de "Fuera"

Inmediatamente después de que Mayra Páez y Gibrán salieran disparados, no pudimos evitar murmurar unas risas. Lo siento. Sé que está mal reírme de ella, pero no lo hago por burla. De cierto modo ese tipo de cosas me causan un poco de ternura.

Tal y como pudimos comprobar, Gibrán corría a una velocidad impresionante, y, por momentos vi que adoptaba una postura extraña, extendía los brazos rectos hacia atrás y erguía mucho la espalda. Esperen, ya recordé dónde vi eso.

Curiosamente, sí aumentaba su velocidad al usar esa postura.

Pero Mayra tampoco se quedaba atrás. Ella no usaba esa misma manera de correr, pero se estaba acercando peligrosamente a Gibrán.