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Cinco días pasaron hasta que ella volviera a salir de su habitación. Gritaba todas las noches en sueños pero ellos no podían hacer nada porque la chica cerraba con llaves. Zayn intentó que abriera, pero su hermana ni siquiera respondía. Le había gritado, suplicado, llorado y hasta amenazado. Pero nada dio resultado.
Bajó con un pantalón negro y una campera de cuero. Llevaba el pelo recogido en una colita alta.
Se sentó en el sillón unos segundos. Permanecía en silencio. Siempre lo hacía.
-¿Por qué saliste?- preguntó Zayn casi con cuidado.
-Necesito ir a comprar algo.- dijo ella.
Zayn tenía las esperanzas de que ella quisiera estar con ellos. De que quisiera que todo se arreglara. De que quisiera verlo a él. Miró la hora y se acercó un poco.
-Te acompaño.- dijo él agarrando las llaves.
-No, no es necesario.- dijo ella.
Zayn la vio salir de la casa con la vista gacha y las manos en los bolsillos.

Manten siempre la vista en alto. No dejes que te pisoteen.

Las palabras de Lukas resonaron en su cabeza. Ella subió la vista al instante y siguió con paso firme.
Llegó a la farmacia y compró su medicina para el asma. La guardó en su bolsillo y volvió a salir a la calle. Odiaba el maldito asma. Lo odiaba con todo su ser.
-Hey, bonita. ¿Te llevo a algún lado?- preguntó un tipo deteniéndose junto a ella.
-No.- dijo ella seca. Faltaban sólo dos cuadras para llegar a la casa.
-Uh, una chica fría. Me gusta.
Ella siguió caminando en silencio. Al llegar a la esquina, cruzó, él la seguía al mismo ritmo.
-Dale, muñeca, dejame llevarte.- dijo el tipo.
-Te dijo que no quiere, imbécil.- dijo una voz detrás de ella.
La chica no volteó, siguió caminando sin siquiera dar señales de haberlo oído. El chico caminó junto a ella.
-Él estaba a punto de irse.- dijo ella.- No te hubieras molestado.
-Igual. Me gusta decirle a los imbéciles que lo son.
Ella soltó una pequeña risa.
-Es buena idea, Louis. Creo que voy a ponerla en práctica.
-¿Cómo sabías mi nombre?
-Los chicos lo dicen todo el tiempo.
-Ah.- fue lo único que supo decir y después se sintió estúpido.
Entraron en la casa y ella subió a su habitación sin decir nada más.
-No quiero que te encierres.- dijo Zayn en el instante que ella entró en la habitación. Estaba sentado en la cama de ella.
-No voy a hacerlo.- suspiró ella.
-Vas a vivir acá ahora, te conviene desarmar tus valijas. Ordenar tus cosas. Poner a lavar tu ropa.
-Está bien.- dijo ella.
Abrió la primera valija con cuidado y observó dentro.
-Las preparó Mimi.- sonrió ella.
-¿Cómo lo sabes?
-En la valija roja siempre vas a encontrar las sorpresas.- dijo la chica con una pequeña sonrisa.
Zayn llevaba mucho sin ver esa sonrisa.
-En la azul y la violeta va la ropa y en las demás las chucherías.
Zayn rió, recordaba eso.
Ella se sento a investigar qué había en la valija roja esta vez. Zayn se sentó a su lado rápidamente y ella lo observó por el rabillo del ojo. Había varios álbumes de fotos. Ambos empezaron a verlos y a recordar viejos tiempos por medio de comentarios al principio más escasos.
-Acá falta una.- se quejó Zayn.
La chica se mordió el labio. Rebuscó hasta encontrar su cuaderno. Abrió en la primer hoja y sacó la foto. Se la tendió a Zayn.
Era una foto de ellos dos de chiquitos abrazados y riendo.
Zayn se sorprendió y ella apartó la vista dejando a un lado su cuaderno. Era la primera vez que la veía avergonzada desde su llegada y quiso reír por el simple hecho de encontrar a su hermana después de tantas peleas.
Empezó a ver qué mas había. Divisó una caja azul y la tomó rápidamente.
Sobre ella había una nota.

Sabia que iba a encontrarla

Era la letra de Mimi.
Ella apartó la caja rápidamente y Zayn la miró extrañado.
Estaba el album de sus 15 años y varios juguetes de su infancia en la valija. Había una bolsa llena de golosinas y sus guantes de boxeo. Los primeros que usó. Debajo de ellos estaban sus zapatillas de ballet. Fueron ubicando las cosas en la habitación hasta que la valija roja estuvo vacía. En el fondo de esta había una foto bastante grande. Era Diana en un vestido azul que le quedaba sobre las rodillas. El vestido de sus 15. Su pelo le caía formando bucles y tenía ambas manos cubriendo sus ojos con dos enormes plumas azules. Había una sonrisa en su rostro. Se encontraba delante de una pared cubierta por una enredadera de la cual colgaban muchas fotos. Muchas fotos de ella con Zayn.
El chico la miró un largo rato.
-Estabas hermosa.- dijo él y ella se encogió de hombros.-¿Puedo...? ¿Puedo quedarmela?
Ella le daba la espalda. Lo pensó unos instantes y luego asintió. De todos modos no quería tener recuerdos de esa noche.
Cuando terminaron con eso, empezaron por las valijas de la ropa. En el fondo del armario colgaba su vestido de 15 junto al del funeral de sus padres.
Ambos empezaron a guardar toda la río a en silencio. Zayn pudo ver algunas de sus viejas remeras o busos y eso provocó que sonriera. Ella se avergonzaba que él viera eso, pero ya no podía hacer nada al respecto así que se quedó como si nada le importara. Del mismo modo que solía hacer con todo.
Una vez guardada la ropa empezaron con las chucherías. Sus cadenas, anillos, pulseras, gomitas de pelo. Sus libros, cuadernos, diarios. Su colección de bandanas. Sus fotos y portarretratos. Todo estaba ahí. Ella fue ordenándolo delicadamente.
Zayn seguía mirando fotos. La chica no notó cuando su hermano tomó un gran album de fotos que se supone no debía ver.

Día 1
No salió.

Había una foto de la chica tirada en su cama.

Día 2
No salió.

Había una foto similar a la anterior.

Empezó a ver varias páginas así.

Día 507
Esperó a que él la llamara junto al teléfono. Él no llamó.

Había una foto de ella dormida junto al teléfono.

Día 827
Trajo a Ross a casa.

Una foto de Diana con el chico tomados de la mano. Ella no sonreía.

Día 1052
Su papá echó al chico de la casa cuando vio como la golpeaba.

Había una foto de Mimi limpiándole la sangre de la nariz.
Estaba narrado día por día. Una foto cada día. Las lágrimas se acumulaban en los ojos de Zayn.

Día 673
Llegó a casa con Peter y Carol. Discutió con ellos.

La chica nuevamente en su cama.

Día 1102
El funeral. Lo esperó hasta el último segundo pero él no llegó.

Había una foto de la chica con su vestido negro parada frente ambas tumbas.
-No veas eso.- pidió.
-¿Quién lo hizo?
-Marcel.- dijo ella.- No lo veas.
Zayn lo cerró y lo apoyó en la cama. Se puso de pie y se acercó a ella.
-¿Así era?- preguntó.
-Eso... No importa.- dijo ella desviando la mirada.
-Dios. - dijo él tomándola por los hombros.- Perdón, perdón por todo.
-No importa.- dijo ella una vez más.
-Dejá de decir eso. Si importa. A mí sí me importa porque me importas.
-Eso no es cierto.- dijo ella con rabia y se apartó de él.
Salió de la habitación rápidamente y bajó las escaleras. Salió de la casa sin decir nada y fue directo al gimnasio. Dejó que todo su dolor se desvaneciera a la vez que practicaba y entrenaba. Quería deshacerse de todo de algún modo.
Salió del lugar por la noche con las manos en los bolsillos. Empezó a hacer el largo camino hasta la casa y pronto un auto se detuvo junto a ella.
-Hola otra vez, preciosa.- dijo el mismo hombre de esa tarde.
Ella siguió caminando.
El hombre no se detenía. Quería que ella lo acompañara. Todavía estaba lejos de casa y el hombre comenzaba a asustarla.
Escuchó como una puerta se cerraba a su espalda. Vio que el hombre se acercaba y empezó a correr. Se había metido por calles alternativas por las que él no podría pasar. Cuando se detuvo ya estaba frente a la puerta de la casa. Intentó llegar y abrirla pero la opresión en el pecho la hizo caer. Intentaba respirar, pero no podía. Cerró los ojos con fuerza, aún tenía la medicina en su bolsillo. Metió la mano y la tomó pero esta se le resbaló cayendo lejos de ella.
La puerta se abrió de golpe.
-Dios, Diana.- dijo Harry alterado.
Divisó el inhalador y corrió a buscarlo.
Cuando la chica logró respirar naturalmente los cinco chicos estaban ahí mirándola.
-¿Qué hiciste para que de un ataque así?- preguntó Harry nervioso.
-Estaba corriendo.- admitió ella poniéndose de pie.
-Tenes que parar. Si sos asmática tener que medir eso.- dijo Harry en tono de reproche.
-No podía parar,- dijo ella enojada.- me estaban siguiendo con un auto.
Entró en la casa furiosa.
-No soy estúpida,- dijo.- dejen de mirarme como si lo fuera. Yo sé lo que hago.
La chica se metió en su habitación pero no se encerró. Se metió en la cama rápidamente después de ducharse y cambiarse.
Por la noche Zayn despertó al escuchar los gritos de ella.
Corrió hacia su habitación y se topó con la puerta abierta.
-Hey, hey despertate. Todo está bien.
La chica se despertó lentamente y se llevó las manos al rostro.
-No quería despertarlos.- dijo ella.
-¿Hace cuánto que tenes estas pesadillas?- ella no respondió.- Entiendo, desde que me fui.
-No es mi culpa.- dijo ella entre dientes.
-No estés tan a la defensiva,- dijo él. - no dije que fuera tu culpa.
Ella suspiró y se levantó de la cama. Rebuscó en su cajón y sacó sus pastillas para dormir. Zayn la miró.
-No podía volver a dormir. Las pesadillas no me dejaban dormir. - se justificó ella.
Zayn la miró con tristeza. Todo había sido su culpa. La chica se tomó lo que debía tomar y volvió a la cama.
-Zayn, no fue solo tu culpa.- dijo ella con suavidad.- Cuando vos te fuiste mamá y papá se fueron con vos.
Él le acarició la mejilla y ella se estremeció.
-Perdón.- dijo él retirando la mano.- No quería molestarte.
-No estoy acostumbrada, sólo es eso.- dijo ella.
El chico se puso de pie pero se detuvo al escuchar la voz de ella.
-¿Queres...? ¿Queres quedarte?

La hermana de Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora