c u a r e n t a y s e i s

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Louisa abrió el sobre y al instante ahogó una expresión de asombro

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Louisa abrió el sobre y al instante ahogó una expresión de asombro. La boda de Edward y Bella. Sabía que eso no iba a tardar en ocurrir, de cualquier forma no pudo evitar sorprenderse, realmente estaba sucediendo.

La invitación de la boda le hizo pensar las cosas por un momento, Bella apenas tenía dieciocho años... ¿Quién en su sano juicio quería casarse a los dieciocho? Ella no al menos. Sin embargo, entendía por qué Bella lo hacía, así podría estar con Edward y convertirse finalmente, llevaba tanto tiempo deseándolo que seguramente el vampiro apenas había conseguido hacerla esperar.

Su celular vibró y respondió de inmediato.

—Estoy segura de que está embarazada —dijo Jessica al otro lado de la línea y Louisa soltó una carcajada.

—O desesperada —añadió Louisa.

—Eso no sería sorpresa.

Ambas rieron.

—Llegaré por ti en quince minutos, Lou.

—¿No pudiste avisarme antes?

—Iremos a comprar algo para la boda, no hace falta que te arregles para eso.

Y dicho esto, Jessica cortó la llamada.

Louisa se ató el cabello en una coleta alta, ese día había amanecido indomable; ni siquiera podía recordar cuándo había sido la última vez que se había recogido el pelo.

Se vistió con unos sencillos pantalones de mezclilla y un suéter holgado color café con una chaqueta negra encima. Apenas se estaba poniendo los zapatos cuando Jessica pitó, bajó casi corriendo las escaleras topándose con su sonriente amiga.

—Te noto cambiada —dijo Jessica en cuanto Louisa se subió al auto.

—¿El cabello?

La castaña negó con la cabeza.

—No... Algo más, como si estuvieras... No lo sé, pero es algo bueno.

Louisa frunció el ceño, no tenía ni idea de a qué se refería Jessica pero confió en ella, esperando que realmente fuera algo bueno.

Tardaron un rato en llegar a Port Angeles, ambas iban en silencio, limitándose a escuchar la música.

Pensó en su amistad con Jessica, todo había sido tan... extraño. Al principio la odiaba, le molestaba que fuera tan cotilla y entrometida en la vida de los demás, pero resultó que la chica era bastante agradable y podía ser una excelente amiga si se lo proponía. Le gustaban los chismes pero jamás divulgaba nada sobre sus amigas. Louisa realmente había comenzado a estimarla.

Esta vez escogieron una tienda de vestidos que no tuviera un enorme ventanal hacia la calle, la mala experiencia de la otra vez había bastado para evitar ese lugar.

Jessica estaba emocionadísima, quizá Bella no fuera su persona favorita pero le entusiasmaba la idea de ir a una boda. Louisa también estaba emocionada, aunque no era tan evidente como su amiga.

brown eyes || jasper h. & paul l.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora