Historias Cortas

Tu no eres nadie

-No entiendo como una mujer tan necia resiste como tu-miro a la chica que jadeaba algo cansada por la pelea- Si te rindes, te aseguro que tu muerte no será dolorosa-

-No puedo permitir eso-se tomaba del hombro cansada-Hoy no...-

-Eres igual a tu abuela, unas tercas y necias-dijo cansado viendo los cuchillos de sus manos-

-Gracias, los genes son así de orgullosos-su stand tocó el suelo haciendo que se volviera una esfera-Tú no eres nadie para juzgarlos-

El rubio solo hizo un quejido mientras veía el suelo hundirse, un pequeño sentimiento envolvió a este y solo recordó a un suceso de hace mucho tiempo. Malos recuerdos del pasado y su recuerdo sobre ser encontrado.

Egipto 1985

-Doctora! Venga para acá!-uno de los arqueólogos encontró una caja-Que parece?-

-La llevaré para examinarlo con cuidado...-extendió sus manos a el y la tomó para luego comenzar a caminar en dirección a la de su tienda-

Al entrar secó el sudor que bajaba por su frente y tomaba sus guantes para abrirla con cuidado. Al abrirla, el color dorado le dejó algo deslumbrada. Sonrió de lado satisfecha con lo encontrado y vio la foto de su escritorio siendo de su nieta y su mejor amigo.

-Lo hicimos Joseph-sus palabras fueron en tono bajo pero llenas de esperanza-

Unos aplausos a su espalda le confundieron y volteó su vista viendo dos siluetas, una de estas siendo alta y musculosa y la otra siendo más baja. La tenue luz de la tienda apenas daba una idea de que eran personas y no animales. Con la linterna alumbró a ellos viendo a un rubio de ojos penetrantes y a una señora más mayor que esta misma.

-Le felicito por su descubrimiento Sr. Arreola, O debería decir Ripnight?-una risa burlesca vino del hombre y se acercó un poco a esta-Eres parte de esa línea de antepasados? Creí que esas escorias habían muerto después de aquel incendio en su mansión-

-T-tu eres del que tanto he escuchado, Dio no es así?-puso sus manos en forma defensa-

-Es correcto, no debería dudar mucho de su inteligencia-una sonrisa ladina se apoderó del rostro del rubio- Bien, entregue esas flechas ahora mismo-

-No-dijo firme mientras veía como las anciana se acercaba ella tratando de arrebatarle la caja-

-Bien, si no lo quiere por las buenas será por las malas-este se acerco rápidamente a ella y lanzó un golpe que a duras penas logró esquivar, una de las flechas salió volando haciendo que esta se alarmó-Siempre es más fácil de esta manera-

La anciana se acercó tomando la flecha y se la entregó al rubio para luego alejarse un poco. La sonrisa de este se extendió más y con fuerza clavó la flecha en sí mismo esperando el efecto.

-Hoy he visto la debilidad de su familia, realmente asquerosa...-le dio la flecha a Enya y suspiro-Pero no creí que se rebajaran tanto-

Un switch se encendió en la cabeza de esta, era como si encendiera la ira de uno y esta rápidamente se paró correctamente.

-Usted no es nadie-la voz se escuchó y vio como tras ella un espíritu salió y junto ambos puños-No es nadie para insultar a mi familia-

El espíritu golpeó el suelo fuertemente haciendo que una onda partiera el suelo un poco sorprendiendo a los presentes. Esta miró a Dio furiosa y causó que los 2 salieran volando.

-Q-que?!-el más alto vio a la del espíritu por primera vez una pequeña chispa de miedo al no tener el control de la situación lo hacia un poco inseguro-