Narra Frank:
Sentí como Luzu me tomó por la cintura acercándome a él, quedando muy pegados el uno al otro.
—Eres muy guapo, ¿te lo habían dicho antes? -—me susurró cerca del oído, para luego comenzar a besar mi cuello.
—P-pero, ¿qué haces? —Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. —P-para... Por favor -Supliqué cuando noté que sus manos pasaban por debajo de mi camiseta.
—Dame una buena razón. —Una de sus manos bajo hasta mi trasero, haciéndome soltar un pequeño gemido.
—Mhm... E-estoy cansado. —Susurré. —Mañana... —le pedí.
—Está bien, precioso. —Me soltó lentamente. —Pero de mí no te vas a salvar. —Me guiñó un ojo y luego se dirigió hacia la habitación que debíamos compartir. Yo lo seguí de cerca.
Por muy mala que fuese la situación en la que encontraba ahora, era mucho mejor que estar en mi casa.
Mis padres nunca me trataron de la mejor manera, de hecho desde pequeño me golpeaban. Me golpeaban hasta el límite de dejarme inconsciente. Realmente estoy acostumbrado al dolor.
Siempre que alguien se acercaba a mí, terminaba haciéndome daño. De hecho, los tíos que me estaban golpeando supuestamente me iban a ayudar a escapar de casa, pero las cosas se complicaron y todo acabó muy mal. Creo que estar con Luzu no iba a ser ni la mitad de complicado y doloroso que estar en casa.
—Eh, Frank, ven a la cama, tienes que descansar. —Me llamó Luzu.
—E-está bien. —Me acerqué lentamente, con algo de temor, hacia la cama.
—Ven chico, que no muerdo. —habló de nuevo él. —Vas a dormir aquí, conmigo.
—P-pero...
—Nada de peros, te vienes aquí. —me ordenó.
—Está bien. —Bajé la cabeza y me dirigí hasta donde se encontraba, para acostarme a un lado de Luzu. Decidí que lo mejor sería dormir con mi ropa puesta. La cama era lo suficientemente grande para que ambos entráramos cómodamente, pero no lo suficiente para que cada uno pudiera dormir por su lado, separados.
—¿Por qué? —pregunté luego de un gran silencio.
—¿De qué hablas?
—¿Por qué siempre que me tratan de ayudar... terminan haciéndome daño? —dije en un hilo de voz.
—Yo no te voy a hacer daño. —dijo Luzu, quien comenzó a jugar con mi cabello, al yo estar de espaldas a él.
—Oh, sí. Lo harás... Tú... Tú quieres que te pague... de esa forma... —No podía ni siquiera nombrar la atrocidad que él quería que hiciéramos.
—Ah, eso... Créeme, al final lo vas a disfrutar tanto como yo. —Luzu me agarró por la cintura y acercó más nuestros cuerpos, sentía su respiración en mi cuello y sus manos se paseaban por mi abdomen, debajo de la camiseta. —Adoro tu aroma, Frank.
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Duros caminos del destino [Wigetta y Lutaxx]
Fiksi PenggemarEsta es la historia de cuatro chicos, de los cuales sus vidas se cruzarán entre ellos, tal como el destino. Samuel es un chico millonario, al cual su padre lo consentía en todo, un día chocaron con un chico, el cual se reconocería como regalo para s...