¡Hug me! ¡Be Mine! - JiYoo [Completa]✓

XXVII. Nervous

Volvieron a llamar para abordar el avión, así que caminé y ella me alcanzó, abordamos y tomamos nuestros respectivos lugares, me abroché el cinturón de seguridad, cerré los ojos, no quería hablar con Yoohyeon, había sido un golpe muy bajo y no me lo merecía, ella era la menos indicada para reprocharme ese tipo de cosas, ella admitió estar muy enamorada y muy impaciente de estar conmigo, sentimos lo mismo. Cómo se le ocurre hablar de esa manera, estoy muy molesta, los chicos fueron mi pasado además Yoohyeon también tiene un gran historial. Minutos después me levanté y fui al baño, me eché agua en la cara y me quedé apoyada en el lavabo después de secarme, tocaron a la puerta y dije que estaba ocupado, pero insistieron, resignada suspiré y la abrí, era Yoohyeon que me hizo entrar de nuevo y ella también entró cerrando la puerta con seguro.

– ¿Qué haces? ¿estás loca?

– Sí, completamente loca por ti — respondió y me besó.

Honestamente no podía resistirme ante sus besos y caricias así que dejaría todo el poder en ella por unos minutos.

– ¿Ya me perdonas? Por favor — dijo con un hilo de voz.

– No abuses de mi vulnerabilidad en este momento.

– Sé que soy una completa estúpida y no merezco tu perdón, la única defensa que tengo es este amor que cada día crece más y me supera, por eso dije eso, sin pensar.

– ¡Dios! Yoohyeon, en verdad quiero estar enojada contigo, muy enojada, incluso quisiera odiarte en este instante, pero no puedo, ejerces demasiado poder en mí, estoy completamente enamorada de ti y abusas porque lo sabes.

– Jamás he querido abusar de ti, entonces, ¿sí me perdonas?

– La verdad no lo sé, no será fácil olvidar lo que me dijiste.

– Haré que lo olvides...

– Si no te amara tanto juro que no me hubiera subido a este avión por nada del mundo.

– Sabes que yo te amo tanto como tú a mí, eso jamás lo olvides.

– Tú tampoco Yoohyeon, porque el amor puede acabarse en cualquier momento, yo lo sé muy bien y no me gustaría que esto acabara mal.

– Entonces, ¿sí me perdonas? — insistió en tono más suplicante.

– Depende como te portes, salgamos ya, ¿sí? No quiero que alguien nos descubra.

Me dio un beso presionando fuerte mis labios, nos arreglamos y salimos de ahí tratando que nadie se diera cuenta que posiblemente había sucedido, tomamos de nuevo nuestros asientos e hizo que la abrazara, es muy tierna, después se separó un poco y sacó una hoja de su short.

– Casi se me olvidaba, toma, repasa esto porque les dedicaremos una buena canción, la cantaremos en el ensayo de la boda.

– Oh no Yoohyeon, no habrá manera de que me hagas cantar frente a tu familia.

– Oh sí lo harás mi princesa, no quiero adelantar mi discurso de la recepción oficial, así que en el ensayo cantaremos. Estabas de acuerdo hace unos días atras.. tu deber es cumplir.

– No, de ninguna manera. Las cosas pueden cambiar — sonreí.

– ¿Ni por qué te lo pido yo? — dijo rozando mi nariz con la suya.

– ¿Te lo mereces? — repliqué tratando de no caer en su encanto.

– Tal vez no, pero entonces, hazlo por mí familia, ellos lo esperan y les encantará.

– Está bien.

(...)

Finalmente llegamos a Londres, tomamos un taxi y Yoohyeon le dió la dirección. Al llegar, y mientras bajaban las maletas de la cajuela, observé la casa y quedé maravillada, era enorme, de cuatro pisos y una fachada blanca de portada de revista de arquitectura. Yoohyeon entrelazó su mano con la mía y beso mi mejilla, algo muy tierno de su parte.