Una Noche... •°TAEGI°• O.S

única parte

EL HOMBRE DE MÁSCARA
BLANCA

--------•--------

La noche ya ha reinado al 31 de octubre, había luna llena y el aire soplaba con lentitud y con una frescura tan fría que podía congelar mis huesos a pesar de tener puesto un suéter negro en este momento.

Mi disfraz de gato negro se encontraba extendido y listo en mi cama para cuando llegara la hora de alistarme.
No pensaba en nada en este momento, ver las partes más delicadas de mi rostro me hacían sentir extraño, y más teniendo el montón de capas de pintura para hacer conjunto a mi disfraz de gato negro.

-Le harás conjunto a la luna.- habló mi mejor amigo; Jung hoseok tomándome una foto desde la cama.

Al escuchar su voz voltee mi rostro hacia atrás con una sonrisa incrédula y cansada por el comentario del más alto, en ese mismo momento el castaño tomó la foto con una sonrisa. Sabía que me molestaba que me tomaran fotos pero lo deje pasar sólo por esta vez.

-¿Por qué no te pones el traje de una vez y mueves tu cintura para mí,eh?.- preguntó el castaño dejando su celular a un lado.

Yo me levanté de mi tocador entre risas metiendo nuevamente la silla donde antes estaba sentado a la mesa.

-Recuerda que ya no estamos teniendo sexo sin compromiso, hoseok.- dije rodando los ojos mientras me levantaba la sudadera negra para comenzar a cambiarme al disfraz.

- Sólo amigos.- musitó el más alto no muy convencido del acuerdo que habíamos tenido hace tiempo.

Yo sabía que Hoseok sentía algo más por mí, pero decidí acabar con eso y llegar al acuerdo de sólo ser amigos, no quería tener algo con él, somos gays pero existe algo llamado estándares.

Y mis gustos eran realmente raros como para decirlos.

-Así es. - dije bajando mis pantalones sin importarme que mi amigo me observaba hipnotizado.

Cuando terminamos de cambiarnos tome mi teléfono celular para tomarnos una foto. Hoseok iba de brujo y yo como su amigo gatuno y fiel.

Mientras tomaba la foto, el castaño tocó mi trasero con la punta de su bastón "mágico".

-Idiota.- dije entre risas.

-Vámonos ya.-Dijo abriendo la puerta de mi habitación para salir de una vez por todas y llegar a la fiesta que nos tenía sin dormir desde hace días por la emoción.

El único ruido que se escuchaba por la carretera de la calle en dónde nos encontrábamos era la de mi campana colgada en mi collar pegado al cuello, eso sucedía cada vez que hacía cualquier movimiento,¡Ya estaba harto!, Tantas cuadras escuchando solamente ese ruidito.

-¿¡Qué haces!?,No te lo quites.-dijo el más alto deteniendo mis manos para que no tocará el collar.- Ya casi llegamos.

-El ruido de la campana me estresa.

-Es mejor escuchar eso que otra cosa. - dijo el castaño profundizando la mirada en sus ojos.

Después de pensarlo varios segundos, un escalofrío rodeo todo mi cuerpo hasta las orejas y un piquete helado se sintió en la punta de mis dedos.