En cualquier lugar del infinito recuerdo.

Arrancarte la vida en un beso.

Desearía que pudieras escuchar todas las cosas que temo decirte. Que sintieras mi manera loca de quererte, por tu manera tan sencilla de hacer que te quiera.

Que al mirarme a los ojos fueses capaz de pillarme, de ver todo lo que tengo escondido dentro gritando tu nombre, y que sonrieras por un segundo al pensar que todo eso te pertenece.

Siento que el desgraciado de la izquierda se acelera cada vez que noto que pasas por mi lado, y mis manos temblorosas se esconden para evitar los impulsos de tener que rozarte aunque sea levemente. Manos cobardes.

Parece mentira que alguien se haya apoderado de mí hasta tal punto de que mi cabeza ya no quiera más cordura, y que sólo quiera estar a la altura de tus pupilas.

Es tan confuso y a la vez tan complicado entender que con solo mirarme eres capaz de crear una sensación más fuerte que cualquier tornado, y que simplemente al escuchar tu voz, por un momento mi mundo deja de existir, igual que el fuego prende y luego vuelan las cenizas a saber dónde.

Quiero que sigas pasando ante mí, para poder darme la vuelta y mirarte a escondidas cuando no me ves, para ponerme roja cuando te encuentro mirándome desde lejos.

Puedo quererte más de lo que lo hago, pero cómo decírtelo, si cuando estás ante mí no soy capaz de pronunciar una sola palabra, si pierdo la voz cuando la tuya asoma entre la dichosa curva de tu sonrisa.

Dime cómo arrancarte la vida en un beso, o en un suspiro.