The Man In The Coffee Shop⤑{MYG×PJM}

el beso.

Esa mañana no había resaca, ni dolores de cabeza, ni ganas de vomitar por el exceso de alcohol de la noche anterior. Porque no, no había tomado más que un sorbo de aquel vaso.

Sus fuerzas, sus pensamientos y sus ganas de cualquier cosa estaban centradas en aquel chico de la cafetería, aquel muchacho que únicamente sonriendo podía darle vuelta el mundo, o el universo.

Había pasado por tantas relaciones fallidas, que hace rato dejó de creer en que podría llegar algo mejor.

Pero las cosas cambian cuando un mocoso de Busán se convierte en el mejor barista, y endulza su alma con pequeñas cucharaditas que le aceleran el corazón.

"Debí haberlo besado ayer, el ambiente era perfecto y se veía precioso"

Sin embargo, no lo hizo, y ahora le pesaba en la conciencia.

Luego de un sorbo al horrible café que había preparado en su casa, decidió cambiar ese sentimiento de arrepentimiento.

El pequeño y trasnochado Jimin vió como por la puerta de la tienda entraba decidido, y brusco el pelinegro de la noche anterior.

¿Eso era un pijama?

Porque parecía que tal como se levantó, entró por aquella puerta.

Un pantalón holgado con cuadros estampados, una playera negra, el cabello despeinado como era de costumbre y unas pantuflas que parecían dispuestas a salir volando en cualquier momento.

El rubio no pudo contener la risa al ver la cara del contrario, quien parecía enojado y caminaba con las piernas abiertas.

"parece un sim enfadado"

—Yoongi, ¿que quieres tom-?

Los elefantes bailaban en su estómago, su corazón palpitó a mil por hora y una explosión de nervios inundó su alma.

Sus labios rozaron por encima del mostrador y sus corazones se unieron, se sentía tan, pero tan bien, que no les importó la gente a su alrededor.

—Y-yo. —Musitó Jimin a centímetros de la boca del mayor, en shock, pálido, rojo, y de todos los colores.

Las manos del pelinegro temblaban, porque lo había hecho sin siquiera preguntar.

—Lo lamento Jimin, yo n-no sé porqué lo hice. —Dijo Min separándose de quien acababa de besar.

—Yoongi, no te disculpes. —Y con su mano acercó el rostro más bonito que había visto.

Sin siquiera dudarlo, otra vez se fundieron en sus más profundos deseos, sin importarles nada ni nadie.

solamente ellos.

—Jim- Oh por dios. —Y el estruendoso caer de una taza llamó la atención de ambos.

Jimin voltéa rápido, rojo como nariz de payaso, con los labios hinchados a más no poder.

—Tzuyu... Dios, que vergüenza. —Exclama Park acomodandose el delantal y palpandose la cara para disimular su sonrojo.

—N-no pasa nada, yo pago la taza, sigan, sigan. —Dijo recojiendo los pedazos de esta con guantes.

—¡Lo siento Tzuyu! —Habla Yoongi haciendo una pequeña reverencia a la menor que aún seguía impactada.

—Jimin voltéa su cabeza y susurra cerca del rostro del pálido. —Bien Min, no sé qué es lo que acabas de hacer, pero me encanta.

—Debería hacerlo más seguido entonces. —Suelta una pequeña risa.

Park se percata de las miradas ansiosas de tres chicas en la mesa del fondo, quienes cuchichean con una sonrisa. Seguramente, acerca de lo que acababa de pasar.

Y volviendo a su lugar en el mostrador, se aleja del mayor.

—Lindo pijama Min, ¿gucci? —Ríe

—Mierda, no pensé ni siquiera en arreglarme. —Responde avergonzado mientras mira su desastre.

—Tengo trabajo por hacer, ¿quieres que hablemos luego? —Pregunta con una sonrisa en su rostro, la más verdadera que puede existir.

—La respuesta es muy obvia, escríbeme en tu descanso. —Dice mientras voltéa hacia la puerta para salir.

—¡Eso haré! —Y se despidió agitando su pequeña mano temblorosa, recibiendo una sonrisa como respuesta.

Vaya turno.

El capítulo más corto ever porque no tengo ni tiempo para vivir, lo siento mucho:(

Prometo traerles uno mejor la semana que viene, pero, hey, ya hubo beso ;)

¡Gracias por leer! Espero lo hayan disfrutado, que tengan un bonito día/tarde/noche donde quieran que estén.
¡Sonríe!

-mar