Lara.
−NO DEBISTE GANARTE ESTE FERRARI.- grito Anastasia.
Sabia que estaba nerviosa porque iba corriendo, yo me había ofrecido a llevarla al trabajo y ella acepto.
−Ni siquiera estoy corriendo como siempre Ana. Además esto es darle un poquito de emoción a tu día.- Anastasia estaba vestida espectacular.
Todo lo que quedaba bien a mi amiga, sorprendería en su primer dic en el trabajo.
Nos despedimos y se bajo del carro. Siempre le deseaba toda la suerte del mundo y hoy que comenzaba sus pasantitas, aun mas.
Me encantaba este carro, iba acorde a mis gustos. Iba a toda prisa por la avenida cuando recibí un mensaje de Santiago.
Donde me decía que nos veíamos en media hora. Para hacer lo de la moto.
Estaba sorprendida. No creía que lo fuera a hacer y después de que le gane hoy, me lo esperaba aun menos.
El niño de papi y mami estaba furioso porque no consiguió lo que quería.
Idiota, caprichoso.
Lo seguiría bajando de esa nube, ya bastante lo tuve que aguantar este fin de semana con su pesadez y estupideces.
Ya basta de que jugara conmigo.
Me pare en un semáforo. Mientras esperaba, a mi mente vino recuerdos del beso que nos dimos el fin semana.
De la manera que nos miramos tan intensamente, como no quería que me fuera para que lo siguiera cuidando.
Santiago era una persona complicada de descifrar. Tanto que aunque lo ayude, ni siquiera las gracias que me merecía me las dio.
Igual no iba a esperar miserias de nadie.
−QUITATE ESTUPIDA, YA PASO EL SEMÁFORO.- Me grito un chico que paso con su carro y todos los demás de atrás que gritaban y tocaban sus bocinas.
Me había distraído por mucho tiempo pensando en tonterías. Asi que pise el acelerador.
Tenia que llegar a casa rápido para solucionar lo de la moto.
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Aléjate o déjate llevar
Teen FictionLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...