PRÓLOGO.

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Estaba tirado en el suelo, la luz inerte de las farolas iluminaban su rostro, pálido, inmóvil, frío...

Todos llorábamos su perdida, lamentábamos no haber llegado a tiempo para salvarle la vida; me acerque a él, le acaricié su rostro con suavidad, puede que por última vez. Volví ha acercarme aún más a su oído para susurrarle: "No me dejes, todavía te necesito, no me dejes todavía te quiero."

Entre lágrimas, alcé mi voz casi gritándole al médico, le suplicaba que lo volviera a intentar una vez más, no podía darse por vencido.                                                                                                                           El médico, sin grandes esperanzas volvió a intentarlo por una última vez, presenciaba como le aplastaba el pecho y le daba descargas eléctricas para intentar reanimarle; no podía creer que de verdad se estaba alejando poco a poco de mi, mientras que al mismo tiempo estaba muriendo una parte de mi alma, la parte que le amaba.

Dejando mis pensamientos atrás noto una calidez en mi mano, la mano que agarraba la de él, esa caricia me hizo soñar, recordaba todos los momentos que habíamos pasado juntos desde que nos vimos por primera vez... cuando de repente escucho gritos que me hacen volver a la realidad, una horrible realidad. Con los ojos borrosos y llenos de lágrimas consigo a duras penas distinguir a alguien acercarse a mi, diciendo que era un milagro. ¿A caso ver morir a alguien a que amas es un milagro?

Enfurecida me seco las lágrimas e intento ir a por él, pero algo me detiene; noto una fuerza en mi mano y una suave voz hablándome, sabía perfectamente de quien se trataba, le miré, su rostro iba cogiendo flexibilidad, su cuerpo algo de color y sus mejillas empezaron a tener ese color rosado que tanto me gustaba ver.

Le abracé  aturdida y llena de energía pues no me creía que a pesar de todo siguiera vivo...como bien había dicho esa sombra era un milagro, un maravilloso milagro.

  

                                                                                              {...}

A los pocos días encontré una carta debajo de mi cama, pensé que sería de mi hermano así que no le di mayor importancia.                                                                                                                                              Ese mismo día por la noche volví a encontrar otra carta exactamente igual y al ver que no tenía destinatario decidía abrirla por curiosidad.

Encendía la lámpara de noche que estaba al lado de mi cama y me dispuse a leer el contenido del sobre, allí solo encontré dos palabras que decían:

                                                                       "ERES ESPECIAL"




Iré publicando contenidos casi todos los días pero primero necesito saber si queréis que lo haga.

Espero que os guste.     ;)

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⏰ Última actualización: Oct 30, 2020 ⏰

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