¡Maldito Norteño!┊Tsukasa X Amane

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Sonó el timbre, indicando el comienzo de vacaciones. Montones de alumnos salieron muy alegremente de sus aulas, entre el calor del verano, se despidieron de forma animada por ya poder descansar de sus estudios, muy pronto de eso partieron a sus casas.

La pequeña daikon y el joven rubio fueron a despedirse de los espectros con los que forjaron una hermosa amistad -y Kou una relación amorosa-.
Mitsuba se encontraba bastante triste ya que su rubio de ojos azules se iría por un par de meses, Kou estaba de igual manera pero trataba animar a su pelirrosa con ojos del mismo color.
Hanako estaba algo ofendido ya que Yashiro estaba alegre porque tendría un descanso de limpiar los baños, aunque extrañaría bastante a sus amigos.
Y Tsukasa... El estaba muy alegre, puesto a que no habrían alumnos los cuales interrumpan a él y a su Amane.

Kou besó a Mitsuba y se despidió corriendo, si veía a su amado novio llorar no querría irse a su casa.

Yashiro abrazó a Hanako, le dió la mano a Tsukasa -aunque este la abrazo fuertemente por costumbre- y a Mitsuba, para irse de la misma forma que el rubio.

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—¿Por qué la abrazaste?— Le preguntó Amane con unos notables celos, cosa no pasó desapercibida por Tsukasa, haciéndolo sonreír.

—¿Celos, Amane? Yo solo te amo a tí y lo sabes.—  Dijo juguetón. Hanako lo abrazó de manera posesiva, el menor quedó anonadado.

—Espero que tengas claro que eres mío.— Dijo Amane sin pensar y con una voz ronca. Tsukasa solo asintió, por primera vez sintió algo de intimidación por su hermano mayor, pero no le desagradaba en lo más mínimo, es más, le alegraba que que sea el que tome la iniciativa esta vez.

—¡Waaaah! ¡S-si van a hacer porno no lo hagan frente a mi!— Gritó Mitsuba dramáticamente, se encontraba en una esquina abrazando sus piernas asustado.

—Perdonanos, novio del jóven.— Dijo carismático como siempre Hanako.

—Me llamó Mitsuba... ¡Y no me lo recuerdes! ¡Me ha abandonado! Dime enano asesino súper poderoso, ¿Tu abandonarias a una belleza caída del cielo como yo?—  Gritó mientras se tocaba la frente y lloraba como si no hubiera un mañana.

Los ojos de Hanako quedaron como dos pequeños puntitos, no tenía idea de como consolarlo.
Tsukasa corrió hacia el rosado para abrazarlo, luego del abrazo se separó y colocó un dedo en los labios del pelirrosa.

—Yo nunca te abandonaré, siempre estaré para ti Mitsuba-kun. Y tú hermoso príncipe vendrá pronto, no te abandonará ¡lo prometo!—  Tsukasa podía ser una maldito sádico, pero también podía ser la persona más comprensible.
Mitsuba no le tenía odio, ya que por más de las horribles cosas que le hizo, lo consideraba un amigo al cual le podía contar todo y no lo juzgaria por nada.
La sonrisa de Mitsuba se hizo presente, este le agradeció por su apoyo y se despidio, si Tsukasa decía que Kou volvería, era evidente que volvería.

La pequeña escena de los dos amigos fue evidenciada por Hanako, se sentía horrible después de eso. Ni el entendia lo que le pasaba a si mismo.

—¿Amane, quier...— Tsukasa solo quedó con las palabras en la boca. Su hermano simplemente se desvaneció sin decir palabra alguna, el menor se preocupo un poco y comenzó a buscarlo por la vacía academia.