Levanto mi cabeza al escuchar la puerta de la oficina siendo abierta y por ella entran dos hombres. ¿Nunca se cansan de usar esas cosas en la cara?—¿A donde nos llevan? —Pregunto cuando nos levantan del mueble tomándonos por los brazos.
Ellos no nos responden, desatan nuestros pies y nos sacan del lugar. Uno de los hombres sujeta a Axel mientras el otro me sujeta a mí. Ellos caminan tras nosotros.
Salimos de la casa y empezamos a caminar por entre los árboles. Todo esto parece sacado de una película de terror donde el asesino lleva a sus víctimas al bosque para después matarlas.
Caminamos unos cinco minutos hasta que llegamos a una zona donde hay un círculo de árboles, los árboles parecen espectadores en todo esto mientras nosotros quedamos en medio.
»¿Qué hacemos aquí? —Pregunto con un nudo en la garganta.
—No hables —ordena con voz calmada. A Axel lo sujetan en uno de los árboles y él no pone resistencia, el tipo se va y sólo queda el que me tiene sujeta a mí.
Axel y yo nos miramos, pero ninguno dice nada, aunque él no puede porque taparon su boca. El silencio del lugar es desesperante.
Escucho unos pasos acercarse, intento voltear pero el tipo ese no me lo permite.
—Puedes irte —dice esa voz tan conocida y asquerosa para mí.
El tipo me suelta y escucho sus pasos alejarse. Siento la presencia de aquel hombre detrás mío pero no volteo.
»Te desataré —lo hace—, pero si intentas escapar te recuerdo que él está aquí y lo mataré, ¿queda claro? —Dice poniéndose frente a mí, afirmo con la cabeza.
»¿Saben? Cuando me llamaron enfermo por querer acostarme con mi hija les respondí que los enfermo eran ellos —comienza a hablar mientras da vueltas a mi alrededor con una pistola en manos.
»¿Pero saben porqué no lo soy? —Se para detrás mío y yo miro a Axel. Él se mantiene en un silencio y posición tranquila, parece tan tranquilo que me da miedo lo que pueda estar pensando.
»Porque no es ningún pecado querer probar algo que gracias a mí existe —habla rozando su nariz en mi cuello, yo intento apartarme, pero él me sujeta desde atrás.
»Y como no es ningún pecado lo haré, no me digas que él ya te desvirgo porque ahora si lo mato —su voz se escucha como si se acabara de enterar de la cosa más sorprendente y espeluznante del mundo. Pero yo no digo nada, sólo me mantengo en silencio con la mirada fija en Axel.
»¡¡Respóndeme!! —Exclama haciendo que me sobresalte.
—A ti no te importa eso —digo y me da una cachetada haciéndome voltear el rostro.
—Si me importa, me importa que un mocoso allá cogido lo que me pertenece —lo escucho decir mientras yo sobo mi mejilla que arde. Lo miro tratando de transmitirle todo el odio y asco que siento por él.
—Véte a la mierda —escupo, vuelve y me golpea, pero esta vez fue tan fuerte que hizo que cayera al piso golpeándome con una de las rocas. Maldición.
—Te enseñaré a respetar —me toma por el cabello y los recuerdos del porqué no me gusta usar coleta llegan a mí. Las veces que me golpeaba siempre me sujetaba por ellas y creo que eso me dejó traumada.
Me levanta aún sujetando mi cabello y pega mi cuerpo a uno de los árboles.
Trata de besarme, pero yo aparto el rostro.
»¿Por las buenas o por las malas? —No respondo—. Por las malas serán.
Sujeta mis manos por encima de mi cabeza y besa mi cuello, yo lo único que siento es asco. De mi cuello baja al escote de mi vestido y cuando intenta quitar la chaqueta logro empujarlo. Trato de alejarme, pero ni siquiera llegue a dar dos pasos cuando ya estaba tirada en el piso con él encima mío.
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Mi primer amor |#1|✔️
Roman pour AdolescentsNayrelis está apunto de iniciar su último año de instituto. Vive una vida tranquila y alegre, rodeada de unos buenos amigos, una madre cariñosa y un hermano que la palabra "protector" le queda corta. Pero ¿qué pasaría si un día por culpa de su torpe...