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El bullicio de la calle entra y sale por mis oídos, incomodándome aún más.

Llevo ya viendo mucho tiempo a la pantalla, mi vista está fija en el "en línea" que sale al lado de su contacto.

«Maldita sea, ¡¿Por qué no contestas?!»

Ya había mandado mi mensaje hace un par de horas, pero el pitufo gruñón no me contesta, ah, pero claro, si está en línea.

Me da un poco de rabia y curiosidad el saber con quién habla tanto.

¿No es mi mensaje más importante?

Bufo por todo lo alto sin importarme que las personas que están comiendo a mis costados me vean raro.

¿Qué? ¿Nunca han estado frustrados?

Golpeo con mis dedos la mesa, trato de distraerme y canalizar mi propio enojo de haber venido aquí.

¿Por qué justo ahora se atreve a buscarme? Y, ¿por qué soy tan pendejo de haber aceptado verlo?

Puedo ver qué aún soy débil ante él, no es justo, debo poner más de mi parte.

Ah, qué puedo hacer, aún está en mi mente y eso me hace imposible olvidarlo.

Ya casi me he acabado el vaso de agua que me han dado de cortesía, estoy cansado de ver el florero de girasoles de plástico. ¿Por qué demora tanto?

— Joder, esto es estúpido... — Susurro para mí mismo. — Si no llegas en 5 minutos, yo-

— Lo siento por llegar tarde. — Y allí estaba él, luciendo un hermoso traje verde, con su cabello rubio un poco despeinado, llevando su saco en su ante brazo. ¿Está tratando de enamorarme más? Me trago el suspiro que quiero soltar al verlo tan glorioso. — Tuve que ver algunos asuntos en el trabajo. — En este instante no me interesa nada de lo que esté hablando, mis ojos se están deleitando por completo con este Adonis que está en frente mío. ¿Todo esto come Jimin? — ¿Haz pedido algo ya? —De todos los outfits con los que le he visto, este es el mejor. Relamo mis labios sin pudor, ¿debería tenerlo? Con la mirada sigo la silueta de su mentón hasta su cuello. Cómo si fuera un vampiro busco el punto más exquisito de su cuello, más el enojo vuelve a mi cuando veo un pequeño hematoma morado. — ¿Jungkook?

Alzo la mirada, siento flaquear mi enojo al ver lo apuesto que se ve con ese aire de adulto emprendedor.

— ¿Para qué me llamaste? — Suelto en seco.

— ¿Debe hacer un motivo en específico? — Dice sonriendo con ironía. — Sólo quería verte.

— Yo no. — Gruño.

— Pero aun así viniste.

Abro mi boca en grande, siempre este imbécil me deja como idiota, y sí, estoy siendo como uno.

— Tienes razón. Me voy.

Estoy dispuesto a levantarme de una vez más coloca una de sus grandes manos en mi pierna, haciéndome detener casi al instante.

— No te vayas, Kook.— ¿Me dijo Kook? — Quiero conversar contigo.

— Pero yo no. — Lanzo su mano hacia abajo, alejándola de mi muslo. —Habías dejado en claro el día de mi cumpleaños que no querías saber nada de mi en tu vida. — Gruño mostrándole mis dientes. — Ahora eres tú el que me busca con desespero. ¿A qué estás jugando?

— No estoy jugando a nada Jungkook. — Su voz parece sincera, sus ojos algo tristes. — De verdad que te extrañaba.

Otra vez sus vacías palabras me hacen flaquear por un par de segundos, ese efecto que tiene en mi lo detesto, pero aun así; lo quiero.

Right Now • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora