¡Feliz Halloween! Cuando estaba a la mitad de mi primer fic una idea se me vino a la mente. ¿Qué tal si fuera al revés? ¿Qué tal que en vez de ella fuera él? ¿En vez de buenos a malos? ¿Qué tal que en vez de ángeles...?
Solo una pequeña introducción de este caótico pacto, pues esta historia no es un cuento de hadas.
Advertencia: A futuro saldrán temas de suicidio, homicidio, tortura psicológica como física, temas sexuales, uso de drogas, sangre entre otros temas que pueden ser delicados para ciertos lectores. Leer bajo su propia responsabilidad.
Edit: Hice un Playlist donde pongo las canciones que me ayudaron a escribir los caps: por si quieren revisarlo ;)
https://open.spotify.com/playlist/3Ut2sWTRGuBZ2sdjS17jYl?si=l08PIJmZRDC0_ZaqrwOOIw&utm_source=copy-link
La canción de este cap: Demons - Hayley Kiyoko.
—Capítulo 1: Un año más.—
Se dijo para sí misma. Precisamente ese día cumplía su mayoría de edad. Podría considerarse como una verdadera victoria personal pues por fin sería considerada como un adulto en todo el mundo, pero antes de gozar de ese acontecimiento tenía que endurecer su temple a las incomodidades que la abordarían a continuación. Sus sospechas despertaron cuando la engatusaron pidiéndole que fuera a casa de sus padres para tener una amena comida familiar. Como no. Sin importar cuantas veces se los implorara que se detuvieran, su familia continuaba celebrando cada mínimo logro de su vida. Agregando el hecho que aquella fiesta había perdido su factor sorpresa en el momento que Tenten se le soltó la lengua y terminó hablando de más. Le fue imposible no ceder ante sus ojos chocolates que le suplicaban que siguiera el juego y que fingiera su mejor cara de sorpresa cuando llegara. Bueno, si ya habían arreglado todo era lo mínimo que podía hacer. Pesadamente subía los pequeños escalones del ingreso. El color escarlata de la puerta principal capturó su mirada contrastando intensamente con los colores fríos y pasteles de las paredes. Resopló su aliento entre sus labios apartando el mechón dorado que obstruía su visión. Habían pasado tres años desde que decidió independizarse. Sus pupilas escudriñaban cada centímetro de la entrada, esforzándose por encontrarle alguna diferencia, pero parecía que su antigua casa se había congelado en el tiempo desde el día que se marchó. Un silencio increíble predominaba a su alrededor, sorprendiéndose a sí misma al escuchar su propia respiración sin tener que concentrarse en ello. Suspiro profundamente. Sacó sus llaves, le quito el seguro a la puerta y la abrió con cuidado. Fijando su mirada en la decoración de los muros albinos que estaban tapizados de globos blancos, dorados y plateados.
— ¡Sorpresa! —Estallaron las voces al unísono.
Una multitud de rostros sonrientes salieron de cada rincón de la casa. En su mayoría eran caras familiares que veía frecuentemente y uno que otro que tenía tiempo sin ver. ¡Cierto! Su reacción. Salió de su trance para actuar lo más sorprendida posible. Alentando con su semblante las exclamaciones de emoción de los demás. Entonces una mujer de cabello castaño y corto, quien usaba un vestido rojo entallado, se aproximó a ella con una botella de vino en mano. Extendió sus brazos, haciendo sonar sus tacones sobre el piso de madera y adornando su rostro con una hermosa sonrisa. Dejando a la rubia sin aliento, no había día que no la deslumbrara con su belleza. Correspondiéndole la sonrisa se dejó capturar en su trampa de amor.
— ¡Temari! Feliz cumpleaños mi niña.
La estrujó fuerte transfiriéndole su calidez a través de su gesto. La recién mencionada no era conocida por ser cariñosa, pero debía de admitir que extrañaba sus tediosas muestras de afecto.
— Madre, —le correspondió el abrazo— no debiste.
— ¿De qué hablas? Si mereces esto y más —Interrumpió su abrazo para darle un beso en la mejilla, el cual borró con su pulgar al ver que le había dejado una tenue mancha roja de su labial y la tomó de la mano—. Ven. Hay gente que se muere por verte.
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Tu sombra por tu vida
Misterio / SuspensoUA. De pequeña sin estar consciente de ello terminó haciendo un pacto con un demonio. Con el pasar de los años cree que se trató de un sueño, pero él reaparece para reclamar lo que es suyo de una vez por todas.