Katsuki Bakugou x OC [+18] La enfermería

Capítulo 3: La investigación

Me enderecé para verlo extrañada, talvez no había curado por completo su pierna pero no era eso...

Tenía los ojos como platos, él macho que estaba semi desnudo en la cama tenía una erección... increíblemente grande.

-Madre santísima- dije tapando mi boca de la sorpresa.

Tenía los ojos como platos, roja de cachetes a orejas, inmediatamente el chico también se enderezó y se intentó tapar con una almohada.

-¿Nunca habías visto una o qué?

-Eres un pervertido- Me retiré de la camilla y cerré la cortina.

-¡PARA EMPEZAR ES TU CULPA!-

-¿Mi culpa?- Regresé para enfrentarlo. - ¡Es mi trabajo! que no te puedas controlar no es mi culpa.

-¿Controlarme? ¡CÓMO SI PUDIERA! PARA SER ENFERMERA NO SABES NADA DE-

Le tape la boca con mis manos y anestesié sus cuerdas vocales con mi quirk, ambos estábamos muy avergonzados y podía ver su ligero rubor y sus orejas en un gran tono de color rojo.

-Y-y-ya paso más de media hora ¿puedes mover la pierna?

Le quité mis manos y me enderecé para voltear hacia otro lado. No dijo nada y solo se levantó y parecía que estaba furioso. Estaba avergonzada por mi alteración pero es la primera vez que estoy en este tipo de situación para ser honesta, nunca estuve interesada en tener una relación o cualquier aspecto que conllevaba con ella... hasta en algún momento de mi vida pensé que era asexual pero el cuerpo de Bakugo despertó verdadera excitación en mi, desde que llegó hoy en la tarde lo deseaba y mucho, pero al mismo tiempo de verdad no lo quiero y me siento perversa por pensar en esas cosas sobre mi paciente... no se nada sobre esto y tengo un montón de preguntas. Es que simplemente no hay una razón aparente de el por qué me atrae.

Le di unas pastillas, él las tomo y con ropa y su amiguito se fue de la enfermería.

Tan pronto como se fue caí rendida. Estaba avergonzada, muy confundida y sobre todo cansada, me quite la bata y me dirigí hacia los dormitorios, todo el mundo estaba dormido cuando llegué, excepto mi tutor.

-Yoshikawa... llegas tarde ¿Qué sucedió?-

-Tuve que atender a dos estudiantes... Recovery Girl va a estar ausente unos días-

-Si me informaron, por favor vete a dormir-

-Si sensei...-

Me dirigí hacia mi dormitorio, me cambie de ropa y me puse cómoda... pero hace no menos de una hora me había tomado un café y no pude conciliar el sueño, no solo eso, seguía un poco movida por todo lo que había pasado.

Pero no me quedé sin hacer nada, agarré mi celular y me puse a investigar.

Un pdf... dos pdf, unos 3 libros digitales y 20 páginas de internet...

Eran las 3:00 de la mañana y llegué a algunas conclusiones después de tanta investigación y me di cuenta de lo poco que sabía de este tema. Era muy irónico ya que se supone que estoy estudiando al cuerpo humano pero nunca se me dio investigarlo en el aspecto sexual.

No había nada de malo en pensar que Bakugo me dejaba sensaciones que no había experimentado con tanta claridad antes, soy una adolescente y muchas cosas pueden estar involucradas, como: Las feromonas, las hormonas, la tensión sexual, el elevado deseo sexual, estrés, gustos y preferencias.

También aprendí que él hombre promedio tiene de aproximadamente 20 erecciones durante al día: 9 o 10 por las noches y 10 en el día, y que las razones pueden ser variadas y que en efecto... no era algo que Bakugo podía controlar.

Lo que más me hacía sentir algo en mi estomago era que él si tenía un poco de razón, y era que yo había provocado eso... pero definitivamente no era mi culpa, pues no tenía esa intención desde un principio pero si... mis pechos estaban rozando el suyo pero nunca lo sexualicé en ningún momento... supongo que así son los hombres y sus hormonas... sabrá dios.

Finalmente caí en un sueño profundo pero no duró mucho, pues tenía que ir a la enfermería ya que Recovery Girl no iba a estar.

Me levanté viéndome en el espejo con toda mi cara hecha un desastre.

Fui a las duchas de el dormitorio, para darme una ducha caliente y relajante y quitarme el estrés.

Salí, me miré al espejo para ver mi cuerpo... y ya... solo verlo, me volteaba de un lado a otro pero solo veía eso, un cuerpo, una herramienta muy preciada que me ayuda día con día.

Me vestí con mi uniforme y me dirigí hacia la enfermería, iba un poco tarde pero no se acababa el primer periodo, confiaba en que hoy no habría mucho flujo de estudiantes con heridas serias.

Pase todo el día en la enfermería, también durmiendo mucho. Lo triste es que tengo que estar de servicio completo, a veces llegan estudiantes que se lastiman mientras entrenan y por eso me tengo que quedar aquí todo el día en la sala blanca con camillas... sin Recovery Girl si se siente un poco solitario.

Eran las 6:00 pm de la tarde y estaba leyendo un poco más como parte de mi investigación... Estaba absorta en la lectura definitivamente pero luego escuche como la puerta se azotaba.

-¡MANITAS!-
Reconocía ese tono de voz en cualquier lado, era Bakugo.
-¿Ya empezamos con apodos?... oh por dios, Bakugo ya sabes donde sentarte.- El muy hijo de su chingada padre tenía una quemadura enorme en su brazo izquierdo. Parecía muy tranquilo, detrás de él estaba Todoroki Shoto, creo que estaba preocupado, pero no sabría decir.
-TU NO ME DES ÓRDENES MALDITA SEA-
-Bakugo...- El bicolor trató de calmarlo.
-Extiende tu brazo- le empecé a poner un gel especial para la gran quemadura que tenía.
-Todoroki si serías tan amable de contarme lo que paso...- Le dije concentrada en la aplicación del gel, Bakugo se quejaba un poco cuando le aplicaba el gel, una quemadura de 1º grado así de grande no es mucho.
-Estábamos entrenando él y yo. Quería practicar con mi lado izquierdo y él con la producción de su nitroglicerina, el puede-
Lo interrumpí.
-Si se como funciona su Quirk. Prosigue.
-Mis llamas se interfirieron con el sudoroso entonces... una pequeña explosión surgió en su cuerpo... Lo siento Bakugo.
-¡Deja de disculparte o te mato de una vez!-
-... Terminé, listo Todoroki, el resto déjamelo a mi, saldrá de aquí en media hora-
-Gracias.... um...-
-Yoshikawa Hisa-
-Yoshikawa... Gracias, adios Bakugo-
Y así se fue el bicolor.
-...tcht-
-... ¡¿PERO EN QUE DEMONIOS ESTABAS PENSANDO?!- Le grité.
-¡ESTO NO ES DE TU PUTA INCUMBENCIA!-
-¡CLARO QUE SI LO ES IMBECIL!- ... Se me salió.... creo que debería pasar menos tiempo con él.
-¿Hacerte una bomba humana Bakugo? Llegas con quemaduras, lesiones graves y perforaciones a la enfermería, ¡no vas a llegar a ningún lado así!-
-¡PARA ESO ESTÁS AQUÍ, PARA CURARME!
-¡ESTOY AQUI PARA CUIDARTE!
-ME PUEDO CUIDAR YO SOLO.
-SI REALMENTE TE CUIDARÁS NO VINIERAS TRES VECES SEGUIDAS.
Se quedó callado todavía con el ceño fruncido.
Suspiré y me senté en la silla metálica al lado de la camilla.
-Es la primera vez que te veo muy seguido aquí, Bakugo...-
Él solo se recostó.
-¿Sabes por que los leones machos alfa son los primeros en alimentarse antes que la manada?-le pregunté
-No y no quiero saberlo.
-Por que tienen que estar saludables para una pelea, en caso de que venga otro macho a reclamar a las hembras... El macho no va de pendejo peleando con cada León que se encuentre... Sé un león Bakugo, no un chihuahua por amor de dios.
-Ya cállate.
-No, te lo advertí bakugo que no quería volverte a ver aquí.
-Es enserio... Ya cállate.
-Oblígame.