En esos instantes no podía respirar, la mano en su garganta le limitaba el oxígeno a pesar del toque gentil y preocupado por no apretar demasiado. Su respiración por lo mismo era más cansada que lo normal y estaba seguro de que sus jadeos podían oírse aún afuera de la habitación de hotel a pesar de que estos estaban preparados especialmente para resguardar la privacidad de las personas adentro. Eso sumado a los ruidos de sus cuerpos chocando contra el otro hacía que la estancia fuera el antónimo de silenciosa.
Jiang Cheng sentía el orgasmo próximo así que se lo hizo saber al musculoso cuerpo encima de él arañando su espalda, pero su pareja se salió de él y lo miró socarronamente. Al parecer no le dejaría correrse tan fácilmente sino que lo llevaría hasta el límite antes de permitirle la ansiada liberación. Ya había dejado de apretar su cuello y lo dio vuelta sobre la cama para que esta vez se apoyara en sus codos y rodillas y volvió a posicionarse detrás de él.
No necesitó de más preparación para entrar de nuevo dentro de Jiang Cheng, llevaban un buen rato teniendo sexo y el propio agujero de Jiang Cheng ya se encontraba bien dispuesto para recibir siempre al miembro grueso y palpitante de su novio. Su pareja lo penetraba cuidadosamente hasta que escuchó un gemido diferente a los demás y supo que había encontrado el punto perfecto, así que luego de eso se dedicó a martirizarlo golpeando el mismo punto una y otra vez.
―Piedad, por favor ―rogó Jiang Cheng que sentía que perdería la cabeza en cualquier momento.
Además, su pecho ya estaba enterrado entre las sábanas sueltas de la cama y su glande se rozaba con cada embestida en estas. Estaba seguro de que bajo él debía haber una gran mancha de fluidos, tanto de transpiración, saliva y semen, ¿pero qué importaba eso cuando lo estaba disfrutando como nunca? Y es que el sexo con él siempre era fenomenal, podía entregarse libremente y saber que terminaría agotado y satisfecho.
―A-Cheng, creo que yo... ―un golpe fue asestado desde atrás y la nalgada resonó por todo el lugar.
Eso fue suficiente estímulo para que Jiang Cheng se corriera mientras echaba la cabeza hacia atrás gritando por el remolino de placer que sintió vaciarse en su interior. Y no fue lo único que se vació, pues su novio también terminó dentro de él y lo llenó con su semilla blanquecina y recargada, pues llevaban tiempo sin tener sexo entre ellos debido al trabajo del mayor.
Ambos cayeron agotados en la cama, Jiang Cheng podía sentir como el miembro del otro seguía en su interior y se sentía satisfecho por eso, ya que él realmente amaba sentirse lleno, en más de un sentido. Tenían algo de tiempo antes de abandonar la habitación paga, así que lo mejor para ellos en ese momento sería acomodarse dentro de los brazos del otro y descansar hablando de cosas sin sentido o solo perdiéndose en la mirada del otro.
Incluso Jiang Cheng comenzaba a cerrar los ojos en señal de cansancio cuando su móvil sonó encima de la mesa al lado de la cama. No quería contestar, nunca quería hacerlo, pero su pareja lo incentivo a que lo hiciera así que a regañadientes se removió hasta alcanzarlo y maldijo cuando sintió salir el ahora flácido miembro de su interior.
Vio el remitente y bufó. Era su hermano.
―Jiang Cheng, ¿dónde estás? ―lo increpó en cuanto contestó.
―¿Qué te importa?
―Me importa desde que tenemos un almuerzo en familia y tu no das signos de aparecer y de ni siquiera contestar nuestros mensajes.
Oh rayos. Lo había olvidado.
―Estaré ahí en cinco minutos, ¡no! En diez. Entreténlos un poco por mí, Wei WuXian.
―Lo que sea, pero llega en diez minutos.
Finalizó la llamada y de inmediato el joven de cabellera corta comenzó a buscar sus cosas esparcidas por la habitación mientras se vestía a toda prisa.
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Déjanos Amarte (MingXiCheng)
FanfictionCuando te sientes atrapado en la vida que llevas y descubres una manera seductora y placentera de huir, ¿no lo harías? Jiang Cheng se encuentra en conflicto cuando dos de los solteros más codiciados de China le declaran estar enamorados de él, pero...