5✓ Entrenamiento.

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Salvador en multimedia.

Todos en el coliseo estábamos asombrados. Este entrenamiento no podría ser... Simplemente era ilógico, Según mi inducción en esta tierra de muertos no podría haber este entrenamiento entre elementos naturales porque sería desafiar a la madre naturaleza; al parecer Silvio lo que tiene de viejo lo tiene de idiota porque hará que Ferideh me envíe al purgatorio. 

—No lo haré—Mis ojos miraron a Silvio.—Esto es ridículo y suicida. 

Suicida no era la palabra adecuada, pero no sé cual palabra usar para la acción que corresponde matar a un muerto. 

Ferideh sonrió.

Silvio por su lado lució sorprendido.

—Es un entrenamiento, Celeste.—Silvio trata de tranquilizarme.—Tenemos todas las bases de protección para este tipo de casos.

Mentía, mentía como un vil inútil porque antes no se habían presentado este tipo de casos, no han habido entrenamiento de dos elementos naturales.  Por esa misma razón no podía hacerlo, es un entrenamiento, no estoy preparada, no conozco mucho sobre poder controlarme y creo que Ferideh tampoco querrá ser vencida así que ya sabemos el desenlace de esta terrible idea. 

Ferideh bufó.

—Tiene miedo.—Dice sin más.

Si, tengo miedo de asesinar a todos por no saber controlar mi dominio, o de que ella por hacerse la asombrosa y la más poderosa pueda enviarme derecho al edificio de recuperación. 

Levanto mi mirada y encuentro los ojos de Simeón sobre mi. Debo poner en práctica lo que él me enseñó.

Al girar noto la mirada de Salvador y me permití leer su mente.

"Tu puedes, confía en ti.

Él podía oírme así que susurré algo.

"Si ves que me descontrolo vete, no quiero que quedes entre los cadáveres calcinados.—Digo seriamente.

Quería tomarlo como broma, pero en realidad eso sí podría pasar y todos aquí están siendo muy conscientes de eso.  Al parecer escuchó porque su rostro se puso pálido.

Mierda, lo asusté.

Pero, hasta yo misma lo estaba.

—Silvio, ella no lo hará, es demasiado cobarde.—Ferideh se cruza de brazos mientras me mira con superioridad. 

Miro a Ferideh.

Yo podía.

Yo lo haría.

—Lo haré.—Mis ojos caen en Ferideh— No me importa lo que toda esta parranda de muertos piensen, yo voy a vencerte maldita loca.

Escucho como todos empezaban a hablar entre sí.

—Bien, quiero que empieces Celeste, provoca a Ferideh, vamos a ver que tal está su resistencia.—Silvio nos mira a ambas y da dos pasos atrás haciendo la señal para que abrieran la puerta y él pudiera salir.

Asentí.

Silvio salió del lugar y nos dejó en el centro a las dos.

¿Cómo se supone que debía provocarla?

—¿No harás nada?—Me pregunta irritada.

Hago una sonrisa torcida.

—No, solo con mi presencia te molestaré.—La miré a los ojos y noté como de sus manos empezaba a brotar agua.

Eso Celeste, lo estás haciendo bien. Mi mirada cambió de mirar los ojos de Ferideh, a mirar arriba, Simeón.

—Deja de mirar a mi novio—Susurra Ferideh.—Ya todos sabemos aquí que eres una ofrecida. 

Después De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora