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𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒂 𝒍𝒂 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒂
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—Sólo unos minutos más —Me pidió mi sobrina a la cual había traído a jugar al parque del Centro de New York.
—Bien, pero no te alejes mucho, yo estaré aquí por si necesitas algo Camila—Respondí a lo cual ella asintió volviendo a jugar.
Estaba en una banca disfrutando de la tarde, tenía puestos mis audífonos escuchando Bohemian Rhapsody de Queen.
Movía mi pie al ritmo de la canción, hasta que sentí pisar algo, giré mi cabeza y me topé con lo peor de mi vida, una serpiente.
—¡Ayuda!—Grité poniéndome de rápidamente.
—¿Te encuentras bien? ¿En qué puedo ayudarte?—Sentí como alguien se posicionó a un lado mío.
—Hay-y una-a serpiente ahí-í —Tartamudee señalando a la serpiente, el rápidamente la piso repetidas veces.
—Tranquila, ella ya está muerta—Me dijo el chico, que ahora que lo miro bien es realmente atractivo; su cabello rizado y castaño caía sobre su cara, tenía unos ojos de un hermoso verde esmeralda acompañados de unos lindos y delgados labios color carmín y una mandíbula realmente estructurada—¿Me oyes?
—¿Uh?—Fue lo único que dije saliendo del pequeño trance en que me encontraba.
—¿Qué cual es tu nombre?—Me sonrió, Dios, era perfecto.
—Soy Keyra—Le extendí mi mano la cual tomó.
—Mucho gusto Keyra, soy Timothée—Sentía mis mejillas arder.
—El gusto es mío Timmy—Sonreí como una boba, hasta que sentí que alguien jalaba mi blusa.
—¿Ya nos vamos tía?—Era mi pequeña sobrina posicionada a mi lado.
—Si, claro—La miré—Solo dame 5 minutos más.
Ella asintió y se sentó en la banca en que anteriormente estaba yo.
—Bueno, creo que es hora de irme—Hablé hacía Timothée quien me miraba sonriente.
—Es creo, bueno fue un gusto conocerte Keyra, espero-o verte pron-nto—tartamudeo un poco mientras rascaba su nuca.
—Yo también, toma mi número—Le di un pequeño papel—Llámame pronto.
Me acerqué a el y deposite un pequeño y delicado beso en sus labios.
—Y gracias por salvarme de aquella fea serpiente—Dije al separarme de él.
—Bueno, creo que fue buena idea, gracias a la pequeña serpiente pude conocerte—Sonrió y yo lo hice de vuelta.
Tomé a mi sobrina y pertenecías para comenzar a caminar, con una tonta sonrisa en mi rostro.
