ºLa asesina de Londresº

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Una figura femenina encapuchada, se encontraba en uno de los callejones más oscuros de Londres, buscando a su víctima entre la inmensa oscuridad de la noche y el callejón. La chica caminaba tranquila hasta que encontró a la persona que buscaba, un hombre rubio y de ojos verdes, Viktor Frankenstein una de las personas que la crió junto a sus padres y la persona que Michelle más amaba.

Si, como acaban de leer, Michelle Lupin Beckford estaba enamorada de su "tío" Viktor. Desde pequeña era con el que mejor se la pasaba y quien diría que ese enfermizo amor la terminaría llevando a la locura.

La joven de 14 años, se acercó a su amado con una tierna sonrisa en sus labios, todo habría calmado a Viktor, sino fuera porque la chica estaba bañada en sangre fresca. Esta siguió hasta tenerlo a 10 cm, agarrando su rostro y acariciandolo como si lo quisiera consolar, pero hacía espantarlo más.

Michelle: ya ya~ todo esta bien, ya nadie podrá separarnos, Viktor~

Era la primera vez que lo llamaba solo por su nombre. Entonces, fue cuando el rubio empezó a recondar todo lo ocurrido años atrás...

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Finis Beckford había muerto y con ello, el deseo de Cardia se hizo realidad, el poder tocar todo y sentir el calor de otros, sobretodo el de quien se convertiría en su esposo Arsene Lupin.
Todo se había arreglado y ella sentía que no podría estar más feliz, toda esa soledad causada por su padre se había acabado y ahora ella y sus amigos eran más que felices.

Van y Drac se habían ido a vivir juntos, puesto que Drac tendría que tomar oficialmente el titulo de Rey Vampiro y Van tendría que seguir para mantener en pie su promesa. La reina Victoria venía a visitarlos seguidamente, puesto que le había tomado un gran cariño a la de ojos azules hasta la llegó a llamar "hija" sin pensarlo.

Pero la mayor noticia llegaría, más o menos dos años después de la boda, la pareja se encontraba en el país de los sueños, ambos protegiendose el uno a otro con la delicada sabana encima de sus cuerpos. Cardia despierta algo incómoda, agarrando su barriga, se levanta despacio para no despertar a su esposo y va corriendo al baño de su habitación.

(N/A: las letras "ASI" significan pensamientos)

Cardia: ¿Que me ocurre? ¿Habrá sido algo que me cayó mal? -Pensó mientras no paraba de vomitar-

Lupin: ¿Ocurre algo, Cardia? -Dijo mientras entraba en el baño y se agachaba apartando los pelos que le estorbaban a su damisela-

Cardia: No lo sé, Lupin, solo me levanté con un dolor en el estómago y me dieron ganas de vomitar...

Lupin: Tal vez sea algo de la comida de Impey, ayer preparó mariscos y aunque sea bueno en la cocina, nunca ha preparado marisco. -Puso su dedo en la barbilla para pensar-

Cardia: jejeje, si tal vez sea eso -se levantó mientras soltaba una risa, imaginando la reacción de su amigo si se llegara a enterar-

Lupin: con esas risitas me haces volverme loco -susurro provocando un sonrrojo por parte de Cardia- De todas formas, vallamos a visitar a Fran, él dirá si estamos equivocados o no.

Cardia asintió, la pareja se cambió casualmente para poder hacerle un chequeo a la chica. Ambos ya listos, salieron en busca del científico, que se encontraba en el comedor de la mansión con Sissy jugando. Una vez haberle contado la situación, él se los llevo a su laboratorio debajo de la mansión (corrijanme si estoy equivocada, pos porque en el anime nunca lo aclaran :"D).

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