Capítulo 25

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No pasaron ni dos segundos cuando la rodilla de Aimi fue a parar en la entrepierna del chico, no bastándole con eso, una vez que estuvo libre atinó a lanzar una patada en su estómago, dejando al chico atendiendo ambas partes en el suelo.

-No me gusta ser violenta- dio un fuerte suspiro- espero que hayas aprendido a obedecer una orden- sus palabras estaban cargadas de frustración- te lo repetiré una vez más, no estoy interesada en ti, sólo te veía como un amigo, me gusta otra persona y...oh, cierto- mostró su reloj- estoy comprometida, seguramente tienes una idea de con quién

-E-eres más fuerte de lo que pareces- intentó levantarse- debiste decirme...

-Creo que te dije más de una vez que me soltaras- arregló su moño- te sugiero no levantarte hasta que me retire, ten presente que sigo molesta y no dudaré en repasar contigo las lecciones de Honey y Mori-senpai

Después de alisar su vestido, comenzó a caminar rumbo a la plaza principal, llamaría a alguien para que fuese a recogerla.

Durante el recorrido se dio cuenta de que estaba temblando ligeramente, tenía varios sentimientos encontrados, rabia, adrenalina, impotencia y el más odioso de todos... culpa, ¿Cómo le diría a Kyouya que el chico que no le agradó a él desde el inicio la había besado? Que ella se había equivocado. Debió ser más prudente y escucharlo, sabía que lo hacía por su bien, pero se había convencido a sí misma que solo estaba actuando como un niño caprichoso.

Y no sólo eso, ¿En qué momento se lo diría? ¿De qué manera? ¿Se molestaría con ella?

Suspiró al pensar que Kyouya no pudiese entender la situación, quizás lo mejor sería buscar ayuda, pero ¿A quién iría?, sólo dos de sus amigos lo sabían y en este momento uno estaba en una cita y el otro seguramente espiando esa misma. En momentos como estos es cuando le gustaría pedirle un consejo a René.

Llegó debajo de un cerezo y se recargó en el tronco. Quería aclarar su mente un momento.

-¡Marie!

Dio un pequeño brinco al escuchar su nombre.

Alzó la mirada sólo para encontrarse a Kyouya acercándose a ella rápidamente, su rostro se veía serio, y eso no ayudaba a sus nervios. ¡Qué oportuno encontrarlo en este momento! Sintió cómo su corazón quería salir de su pecho y sus manos comenzaron a sudar frío.

-K-Kyouya.- maldición, no había podido evitar tartamudear, seguro notaría que algo iba mal

Se reincorporó y pensó que decírselo de una vez por todas sería lo mejor, si se iba a enojar con ella, que lo hiciera ahora.

Cuando estuvieron a unos pasos se aventuró a decir...

-Y-yo... debo contarte alg...- nuevamente fue interrumpida

Una mano del chico estaba en su cintura y la otra la tomaba por el cuello, acercándola más a él, y sus labios... sus labios estaban unidos a los de ella.

Sintió a su corazón saltar.

Marie no pudo evitar tensarse, y ante la sorpresa ni siquiera había cerrado los ojos. Kyouya se separó lentamente y sin soltarla.

-Quiero borrar todo rastro de ese idiota- pegó su frente a la de ella- no puedo creer que se haya atrevido a besarte, yo...- su tono de voz se oía molesto

-Tú... ¿Lo viste?- preguntó apenas en un susurro

Asintió, y unas ganas enormes de golpear nuevamente a Daiki lo recorrieron cuando los ojos de Marie se volvieron cristalinos.

-Iré a buscarlo ahora mismo- se quiso separar, pero las manos de Marie aferradas a su chaqueta no se lo permitieron

-No vayas, quiero decirte algo- murmuró

Sucédeme (Kyoya Ootori x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora