Sensación Extraña

Capítulo Unico

Un esqueleto intento asustar a Severus cuando salía del Gran Comedor, obra de Dumbledore seguramente, pero él solo lo apartó con un movimiento de varita y solo para agregarle dramatismo lo prendió fuego, asustando a un grupo de Hufflepuff's que estaban junto a las puertas del Comedor. Se fue hacia sus aposentos sabiendo que el pequeño incendio que provocó solo era un poco de magia controlada y que el gran Comedor no sería incendiado.

Severus apenas piso las mazmorras sintió algo diferente, el ambiente era más frío y escalofriante, y aunque a Severus pocas cosas le provocaban nervios, la atmósfera de las mazmorras le provoco un escalofrío en la espalda. Aún así siguió con su máscara inamovible y camino hasta la entrada de su despacho, sintiendo la extraña presencia de algo siguiéndolo con la mirada. Una vez entró en sus aposentos se sintió algo más tranquilo, sin embargo sólo dio dos pasos cuando la puerta por la que acababa de entrar se abrió de golpe, una ráfaga de viento entro por dos segundos y después la puerta se cerró de golpe apagando también las luces de la habitación.

El ojinegro se quedo quieto en su lugar, su respiración apenas se escuchaba en la habitación, solo había silencio y oscuridad. Pero cuando Severus estaba apunto de encender las luces con un movimiento de varita, escucho una risa que le puso los pelos de punta y un hechizo en la punta de la lengua. Y antes de que Severus pudiera hacer algo, sintió su cuerpo rígido, inmóvil, y esa presencia que había sentido en el pasillo de la mazmorra la sintió detrás de él.

La suave respiración que el ojinegro sintió en su oreja lo hubiera hecho jadear si no estuviera inmóvil. Pero aún así por dentro Severus se estremeció, debía admitir que estaba intimidado, y si llegaba a ser una de esas bromitas de Dumbledore lo haría pagar caro. Una risita resonó en su oído y esta vez, le pareció familiar.

Cuando aquella presencia le desabrocho los botones de la sección media de su levita, y pegó su boca detrás de su oreja, reconoció el perfume del chico que lo estaba persiguiendo durante los últimos meses. Y aunque esa cosita tentadora tenía ya 18 años, siempre estuvo dudoso sobre corresponder a lo que el chico le insinuaba. Y al parecer su renuencia había provocado que el mocoso diera un paso radical.

Una mano se colo por la abertura de su levita, acariciando su abdomen por sobre la tela de la camisa, y un colmillo filoso mordió levemente su oreja. Ese pequeño vampirito la iba a pagar muy caro luego. Y aunque en un principio había tenido un leve miedo ante lo que estaba pasando ahora solo quería castigar al mocoso que ahora acariciaba levemente su abdomen sin la barrera que era su camisa. La presencia detrás de Severus estuvo a punto de bajar un poco más su mano cuando la voz de la persona siendo "torturada" se escuchó en la silenciosa habitación.

- Estas siendo un mocoso muy travieso -

"La presencia" se quedó quieta ante la voz de Severus, el cual desde que había recibido el hechizo inmovilizador solo habia tardado 5 segundos en romperlo. Una sonrisa se extendió en el rostro de Harry, sus filosos colmillos relucieron cuando Severus encendió las antorchas de la habitación.

- Que astuto mi Severus, estaba pensando cuánto tardarías en descubrirme, te costó un poco si soy sincero -

Severus Snape miro a Harry Potter que lo miraba con inocencia, pero sus colmillos de vampiro y su sonrisa hacían que el ojiverde se viera pícaro y divertido ante la situación.

- Debo admitir que puede ser sigiloso cuando quiere, señor Potter, después de todo tiene algo más que la torpeza Gryffindor - Harry lo miro con sarcasmo.

- Admite que te cagaste todo cuando pisaste el pasillo de las mazmorras - y aunque Severus jamás lo admitira en voz alta, tenía que ser sincero con él mismo, y admitir que por un segundo había tenido algo de miedo ante lo que pasaría. Que ese vampirito que lo miraba picaramente lo había asustado más que cualquier decoración o travesura que hubiera organizado Dumbledore en todos esos años por el día de Halloween.