Escribo... porque respiro, porque siento entonces ese aire sólo mío,
porque entre los eternos días de ruido y movimiento,
encuentro entonces mi templo de paz y sabiduría,
en esa pluma tan lista,
que corrige a veces entre tintas mis errores,
convirtiéndolos en poesía, en melodía,
en ese escrito, que luego,
alegra mis días.
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En el desván de los sentidos.
PoesíaEntre poesías y versos, se cuentan las mejores historias.