3. «Era un omega destrozado»-Zaintsee-Mewgulf -Omegaverse-Terminada

Trece

Tras pasar un hermoso tiempo con su omega y después de una despedida bastante dura, llena de besos y abrazos pero también de lágrimas y amargo sabor por parte de los dos, Zee regresó a su coche para poner rumbo a la mansión de la Corporación para viajar a Italia.

FLASHBACK

...-Ven pequeño, siéntate aquí conmigo, quiero decirte una cosa.

El omega dejó su guitarra y se acercó pero a pesar de que estaba muy feliz y sonriente con su regalo, esas palabras del alfa le advirtieron que lo que este iba a decirle no le iba a gustar nada.

-¿Qué ocurre?.

El alfa cogió su mano y la estrechó entre las suyas.

-Verás pequeño, tengo que ausentarme unos días de nuevo...Se que te sientes solo aquí pero no puedo faltar... Es un viaje al extranjero, así tendrás que ser fuerte y paciente hasta que regrese, te lo compensaré te lo prometo- dijo este besándole la mano.

-P-Pero, ¿En c-cuantos días no te veré?- preguntó llorando el omega.

-Depende, la verdad no lo sé cierto pero no será más de una semana.

El alfa le abrazó fuertemente y este se subió a su regazo para sentir el aroma y el calor que tanto iba a extrañar.

-No quiero que te vayas, ni tampoco quiero que sigas engañando a otros omegas y betas para venderlos...Ese un trabajo horrible y cruel- habló el omega mientras recostaba su cabeza en el pecho del alfa.

-Lo sé pequeño... yo cada vez lo odio más pero es lo que se hacer y además estoy comprometido con mi padre y la Corporación, no puedo dejarlo así como así.

-¿Y qué se supone que voy a hacer sin ti durante una semana?-preguntó Saint levantado su cabeza y mirándolo.

-Ahora tienes tu guitarra, puedes cantar y componer canciones nueva para que cuando yo regrese me las cantes, ¿Qué te parece?.

Este no reaccionó como el alfa se había esperado.

-¿Por eso me la has comprado?, ¿para que me calle la boca y no proteste mientras me abandonas tú también?—gritó este muy nervioso y echando a correr de nuevo para encerrarse en el baño.

En esta ocasión, Zee fue más rápido y puso el pie antes de que Saint llegara a cerrarle la puerta del todo.

-¿Se puede saber que demonios te ocurre?, ¿Por qué corres y te encierras sin motivo aparente?-preguntó el alfa molesto y empujando la puerta .

-¡No quiero contártelo!, ¡vete!, ¡me las arreglaré sin ti!, ¡no te necesito!- chilló desquiciado el omega saliendo del baño y corriendo para tirarse en la cama y llorar sobre la almohada.

El alfa respiró hondo e intentó calmarse, a pesar de todo comprendía el dolor de este pues él lo sentía en su interior a través del lazo, aunque no sabía hasta que punto eso sería un problema entre ellos.

-Sé que me necesitas, Saint, igual que yo a ti... No te presionaré pero sabes que puedes contarme lo que sea... Yo no voy a juzgarte pero comprende que yo solo quiero amarte y estar contigo... Que seamos uno, ¿lo sabes verdad?.

El omega se incorporó y saltó a abrazar al alfa de nuevo.

-No hablaba en serio Zee... Si que te necesito, perdóname...tú eres mi alfa.

El mayor le levantó la barbilla para mirarlo a los ojos, le sonrió y luego lo besó tiernamente provocando que al omega se le escapase un erótico gemido, que encendió las ganas del alfa, el cual comenzó a besarle por todo el cuello.

Volvieron a entregarse uno al otro de nuevo, Zee una vez más entró en Saint, penetrandolo y llevándolos a un estado de frenesí y desenfreno de gemidos y suspiros ahogados pero con sabor a despedida.

Una vez más, el alfa clavó sus afilados colmillos en el delicado cuello del omega, reabriendo la fresca herida del anterior encuentro sexual y derramando así su semilla en el interior de éste.

El omega entre gritos de dolor y lágrimas de emoción por la perfecta unión conseguida, llegó al ansiado orgasmo de nuevo cayendo los dos rendidos sobre el ardiente colchón, testigo de todo el deseo y el amor desprendido por ambos.

Zee se fue cuando el omega aún dormía, dejándole un dulce beso en la frente a modo de despedida.

-Te amo, mi pequeño, lo siento, regresaré pronto.

FIN DEL FLASHBACK.