prototipo ー kooktae

IV: bienvenida.

Si antes TaeHyung tenía problemas en su casa si por algún motivo llegaba a equivocarse ahora tendría el doble.

Verán, TaeHyung había tenido una "charla" con su padre la noche después de aquella reunión.

— Es el momento perfecto de demostrar que no eres un bueno para nada, TaeHyung. — fue lo primero que dijo su padre al llegar a casa, él sabía que le esperaba una larga conversación acerca de lo sucedido en la reunión, ya se había preparado mentalmente para ello —. Es una tarea sencilla, solo debes ocuparte del muchacho, mostrarle el lugar y encargarte de que no adquiera malas compañías, que no cause ningún problema.

TaeHyung asintió. En sí aquello sonaba sencillo, ¿no? Una simple bienvenida, un breve recorrido, unas cuantas advertencias y era todo, él podía hacer eso y mucho más...

— Sí, padre. — dijo TaeHyung finalmente poniéndose de pie rumbo a dirigirse a tu pieza, sin embargo, una mano lo tomó del hombro impidiendo sus pasos —. No creas que he olvidado lo que hiciste, TaeHyung, pero puede que si haces esto bien aligere la carga de tus hombros — TaeHyung sintió todo su cuerpo y su lobo temblar en su interior, la voz de su padre siempre le había dado mucho miedo, mientras que algunos niños soñaban con algún monstruo bajo su cama TaeHyung soñaba con aquel hombre que lo había procreado.

Ahora mismo, TaeHyung se encontraba frente al jardín de aquella casa. Había despertado temprano para llegar a tiempo a aquel lugar y que le diera tiempo de acompañar a hijo de los Jeon (cómo había descubierto que se llamaba aquella familia) a la escuela y empezar su labor de guía distrital. Caminó hasta la puerta y dio dos ligeros golpes, los nervios empezaron a invadirlo ¿y si había tocado muy fuerte y la familia creía que era un vándalo que quería dañar su puerta? o ¿si había tocado demasiado bajo y nadie le abría la puerta? Sí, TaeHyung era algo (bastante) dramático, exagerado y ansioso.

"Cálmate por dios" dijo una voz en su interior.

Pasados unos segundos una señora de edad ya avanzada abrió la puerta regalándole una cálida sonrisa que TaeHyung rápidamente devolvió, por su nariz se coló un suave olor herbal bastante dulce por lo que dedujo que aquella mujer era omega.

— Buenos días, lamento si interrumpo su desayuno o alguna de sus labores diarias, soy Kim TaeHyung, un gusto — dijo haciendo una reverencia —. Vengo de parte de la junta distrital, me gustaría darles la bienvenida a usted y su familia a la ciudad.

La señora se sorprendió por la rapidez en la que el muchacho frente suyo habló, sin embargo, entendió todo perfectamente.

— Qué joven más agradable, muchas gracias por la bienvenida. — dijo cálidamente la mujer con una sonrisa, TaeHyung asintió.

— Según sé, tiene un hijo, si no le molesta me gustaría darle un pequeño recorrido por la ciudad y la escuela, claro sólo si él y usted quiere a menos que él ya lo haya hecho por su cuenta y- — La mujer interrumpió a TaeHyung con una carcajada que lo avergonzó. —. Me disculpo si hablé demasiado, no era mi intensión saturarla de información.

— No me saturaste, y agradecería mucho que ayudaras a mi hijo a "adaptarse", es muy amable de tu parte, jovencito — acto seguido la mujer entró a su hogar, un "conejito" en forma de llamado sonó de fondo. TaeHyung alzó una ceja, confuso. ¿Acaso aquellos señores tenían una mascota por hijo?

TaeHyung no quiso husmear demasiado por lo que simplemente dio un paso atrás sujetando las correas de su mochila estando a la espera. Era un bonito día señaló TaeHyung, el cielo estaba despejado sin una sola nube, sin embargo, el calor no era fuerte, más bien ligeramente cálido.

TaeHyung oyó voces en el interior de la casa y supuso que ya estaban por salir por lo que acomodó su uniforme y puso su mejor sonrisa de labios sellados. Un hombre de aproximadamente la misma de edad de la señora, un muchacho de su edad y la señora que lo había recibido hicieron acto de presencia en el umbral de la puerta.

— Jovencito, él es mi hijo JungKook — dijo señalando al muchacho —. JungKook él es TaeHyung, él cordialmente se ofreció a darte una guía por la cuidad.

TaeHyung asintió nervioso, de repente se sentía intimidado y no sabía por qué pues la presencia de los dos alfas frente a él no era imponente.

"También eres un alfa, tae. No nos podemos mostrar así, no podemos dejarnos intimidar" escuchó en el interior a su lobo.

— Ya es un poco tarde si queremos llegar a tiempo al instituto deberíamos salir ya — se excusó TaeHyung, quería salir de allí. La omega asintió y le dio un beso en la frente a su hijo.

El muchacho, ahora de nombre JungKook, dijo un leve adiós a sus padres y sin dirigir al menos una mirada a TaeHyung comenzó a caminar. Tae se despidió moviendo su mano y corrió detrás poniéndose a su par.

No quería que el viaje resultara incomodo, pero tampoco sabía que decir, ya les habían presentado y era la única opción que se le ocurría.

— No tienes que hacerlo — dijo JungKook luego de varios minutos caminando en silencio. TaeHyung lo miró sin saber a qué se refería, ¿Qué se supone que estaba haciendo? — No quiero ser grosero ni nada, tampoco quiero enfatizar en mis razones, no necesitas saberla, pero no quiero llamar la atención ¿entiendes? Y tú eres justo eso, así que simplemente no tienes que hacer esto, darme la "bienvenida".

Aquello cayó como un puño en el estomago para TaeHyung, como si hubieran sacado todo el aire de su sistema. Al parecer el chico ya conocía a TaeHyung y su "reputación" si se le podía llamar así al maltrato que sufría. Él solo asintió, después de todo tampoco es como si él hubiera querido hacerlo, aquello era más una obligación, una orden por parte de su padre y entonces recordó sus palabras.

"Es simple, demuestra que no eres un bueno para nada."

— Pero, yo debo hacerlo. — dijo TaeHyung tratando de sonar fuerte.

— Por favor no lo hagas difícil, realmente no quiero ser grosero, ¿bien? Si me preguntan, me diste una guía por la cuidad y lo hiciste de maravilla, puedes irte, quedas relevado de tu obligación — y JungKook se fue. Dejándolo detrás cruzó de calle y su encaminó como si nada a su destino.

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